De mi visita a Pompeya recuerdo un recorrido bastante marcado, aunque fuera de esa ruta hubiera restos más bien abandonados, incluso con pintadas, que hacían pensar que esas piedras no pertenecían a una ciudad destruida hace 2000 años por una erupción del Vesubio y declarada Patrimonio de la Humanidad.
Y es que a pesar de la importancia histórica, arqueológica y cultural del lugar, se están abandonando a su suerte muchos rincones del mismo. Italia ha declarado el estado de emergencia en las ruinas de la ciudad romana.
Cada año, debido a la falta de mantenimiento, se pierden al menos 150 metros cuadrados de frescos y trabajos de enlucido, toda una negligencia a mi juicio. Los trabajos de restauración no tienen continuidad en muchas de las casas cerradas al público, con lo que se van deteriorando cada vez más.
Los expertos, arqueólogos e historiadores del arte, llevan mucho tiempo quejándose de esta situación, denunciando el pobre mantenimiento de los restos arquitectónicos, que se cubren de hierbas, basura, pintadas o sufren saqueos. Además, guías falsos y aparcacoches no autorizados también son una constante en Pompeya.
Así que a este paso no hará falta esperar otra erupción del Vesubio para que Pompeya pase a la historia... otra vez.
Vía | 20 minutos En Diario del viajero | Reabre el burdel de Pompeya... para mostrar frescos