Después de habernos acercado a la Expo, a sus pabellones, a sus exposiciones, la mayoría de veces a través de imágenes virtuales o de fotografías que mostraban edificios inacabados, el viernes por fin pudimos disfrutar de muchos de esos rincones pero bien reales y en funcionamiento.
En la Ceremonia de inauguración se combinaron espectaculares fuegos artificiales con danzas de enormes muñecos flotantes, música, luz, agua... Pero junto a las imágenes en directo ofrecidas por televisión pudimos ver lo que tal vez habrá decidido a muchos a acercarse a la Expo.
Los edificios más emblemáticos, por fuera, sobre todo la espectacular Torre del Agua iluminada, y por dentro, con unos espacios expositivos de diseño futurista, unas instalaciones sorprendentes e impactantes visualmente es lo que más llamó mi atención.
La inversión multimillonaria en estos edificios parece que realmente ha valido la pena, y el modo de ofrecer el contenido al visitante logra cautivar aun viéndolo por televisión. Por otro lado, los contenidos cada vez estoy más convencida de que también son de gran calidad, habrá novedades mundiales, desde presentaciones de documentales o libros a experimentos novedosos, exposiciones interactivas...
Probablemente por televisión mostraron lo más espectacular, y habrá otras salas que no sean tan destacables, pero los montajes audiovisuales de algunos rincones de la Torre del Agua o del Pabellón de España, así como el recorrido sobre el Ebro del Pabellón Puente o el gran Acuario me impresionaron.
Si con la retransmisión de la ceremonia y estos fragmentos descriptivos a modo de spot pretendían animar a más gente a conocer la expo, lo han conseguido.
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