Agonda: Una playa larguísima, con arenas y rocas, palmeras y canoas, cangrejos y millares de conchas. Apenas se ve media docena de hoteles, que no dejan de ser casas locales que alquilan alguna habitación, que se ajustan al paisaje virginal de la playa.
Aunque parezca imposible esta playa se encuentra en Goa, India. Uno de los paraísos de la tierra donde se inventan fiestas de luna llena aunque la misma luna parezca un escuálido grillo de mandarina. Casi todo el movimiento turístico de esta antigua colonia portuguesa se encuentra en la parte norte; Panaji, Calangute, Anjuna se llevan el número más alto de turistas y es ahí donde los camiones de San Miguel descargan todas esas toneladas de cerveza.
Si llegaste a Goa en temporada alta y estás harto de fiestas, pastilleros y turismo en masa vete a Agonda. Súbete al autobús en Margao dirección a Chauri y salta cuando el conductor te señale el desvío hacia la playa. Instálate en una de sus casas particulares a 100 metros de la playa, seduce tu estómago con un buen pescado al curry recién salido del mar de Arabia. Un plato que los amantes del pescado y del picante tienen que probar alguna vez antes de ir a la tumba! Un arroz con granos enormes, el primo Zumosol de la sardina y unas alubias en salsa de coco, cebolla y chillies que arde maravillosamente en el paladar. Para hacer la digestión, nada mejor que tirarse sobre la finísima arena de la playa y contemplar a los locales recogiendo almejas y cangrejos. Un chapuzón y vuelta a empezar!
Agonda, un paraíso de ensueño. Escápate de la ruta Lonely Planet pero, por favor, no vayas a enseñarle el mapa a Leonardo di Caprio!
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