Hoy a ritmo de guitarra y a cámara lenta nos transportamos hasta un barco rabelo a orillas del Duero con las vistas inolvidables de su desembocadura. Un paseo en vídeo por Oporto al natural, en el que vemos lo cotidiano de sus calles y sus gentes, con rincones emblemáticos y otros no tan conocidos, pero auténticos de la ciudad portuguesa.
Un día de otoño en Oporto, con las hojas de los árboles salpicando el suelo, estampas ralentizadas y nubladas de sus calles y parques, los tranvías recorriendo la ciudad, la estación de São Bento y sus característicos azulejos, la Torre dos Clérigos y algunas de las mejores vistas de la ciudad.
Cuando sale el sol, las terrazas de las tabernas invitan al descanso y los puentes sobre el Duero sirven de marco a los paseos en barco, entre las dos orillas, para llegar a Vila Nova da Gaia y sus bodegas, parada imprescindible para descubrir el sabor de esta encantadora ciudad.
Y en el vídeo también llegamos a las playas de Oporto en Foz do Douro donde el Atlántico, en esta época ya no tanto al baño, pero sí invita a la pesca, al surf, al juego en su orilla. Y embarcados en todas estas actividades vemos a sus gentes: arreglando redes de pesca, jugando a cartas... y con el sol que de nuevo ilumina el paisaje.
El otoño es una de las mejores épocas para visitar Oporto, junto a la primavera, con bastantes horas de luz al día (a partir de hoy, una menos), con un clima húmedo pero templado, con mañanas nubladas pero en las que el sol suele acabar saliendo. De cara al invierno, las lluvias son cada vez más frecuentes.
Conectad el sonido y disfrutad de este vídeo de Oporto al natural en un día de otoño, una ciudad con muchas caras, esta es la más cercana y cotidiana, sosegada a cámara lenta, ideal para despertar este domingo de cambio de hora.
