Tres días de locura en el barco más grande del mundo
Intenté imaginar cómo se sentiría alguno de los pasajeros que embarcaron en el gigantesco Titanic, en su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York. Al igual que el Titanic, este gigante de los mares estaba en etapa de inauguración, pero se diferenciaba en algo: el llamado Harmony of the Seas tiene casi el doble de tamaño que el Titanic.
Si el Titanic tiene 28,19 metros de anchura, el Harmony mide 47 metros. Tiene 361,8 metros de longitud frente a los 269,06 metros del Titanic. Por último, la altura del Titanic es de 53,3 metros frente a los 72 del Harmony. Y algunas cosas de las que vi podéis visualizarlas en el siguiente vídeo que hice durante los tres días de viaje que realizamos desde Barcelona a Mallorca.
En el vídeo no aparece más que una pequeñísima muestra de lo que podemos encontrar entre las hechuras de este gigante del mar. En parte porque grabarlo todo se haría eterno, y en parte, también, porque mi mandíbula se quedaba desencajada y no atinaba a coger la cámara. Solo un dato: en la planta quinta hay un Central Park, con 10.000 plantas, sus senderos, sus bancos para sentarse a leer (esta zona no está techada y, además, suenan pájaros).
Otro dato: hay un teatro con más de 1.000 butacas donde se puede ver el musical Grease, o una pista de hielo donde también vimos un grandioso espectáculo. Hay un casino que nada tiene que envidiar a alguno de Las Vegas. Y discoteca. Y 20 restaurantes, entre los que está en Johnny Rockets, uno de Jamie Oliver, e incluso un Starbucks. Hay un club de jazz, un bar cuyos camareros son robots, una calle llena de tiendas y bares.
Dada la monstruosidad del Harmony of the Seas, al poco de entrar te olvidas completamente de que estás en un barco. Naturalmente, nunca notas nada, ni oleaje, ni vibraciones, absolutamente nada. Los camarotes pueden ser tan amplios que da la sensación de que estás en un hotel. La única pista de que no es así aparece cuando emerges a la terraza, donde dispones de unas vistas espectaculares del mar (en mi caso desde la planta 12).
Hay piscinas para practicar surf, el tobogán más alto jamás construido en un barco, el internet más veloz en ultramar (doy fe, a pesar de que éramos más de 4.000 personas conectadas, mi conexión volaba).
El Harmony of the Seas solo podría describirse mediante cifras que podrían incluirse en la próxima edición del Libro Guinness de los Récords: 2.747 camarotes para más de 6.000 pasajeros, amén de 2.100 miembros de la tripulación de 77 nacionalidades distintas. Los astilleros franceses tardaron cuarenta meses en construirlo, para lo cual se emplearon 2.500 trabajadores y diez millones de horas. El precio total de las 227.000 toneladas que pesa esta embarcación han costado 1.000 millones de dólares.
Una auténtica ciudad flotante que hará las delicias de los amantes de los cruceros (aunque yo soy más del estilo Foster Wallace, guiño, guiño, codazo, codazo).
Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer (CONTEMPORANEA)