A veces parece que las soluciones propuestas sólo empeoran el problema. En tiempos en que todo debería ser mas sencillo gracias al uso de tecnologías y al desarrollo humano, hacer escuchar tu voz de usuario suele ser un tema complicado. Por otro lado, tu opinión junto con la del resto de los clientes de un hotel, un restaurante o una compañía de transporte, debería guiar el funcionamiento de la empresa o al menos, ser tenidas en cuenta para monitorizar la eficiencia del servicio dado y el nivel de satisfacción de las expectativas del cliente.
Si te alojas en un pequeño hotel y te hace falta una toalla extra, o quieres hacer llegar tu queja por alguna cosa, simplemente bajas a la recepción y hablas con el empleado de la recepción. Si te llega la comida fría en un restaurante, levantas la mano y le pides al camarero que te cambie el plato. Pero... ¿llega esa información a quienes realmente toman las decisiones estratégicas y deben saber lo que ocurre en el día a día?
Donde se ve mas claramente es en el caso de las grandes marcas hoteleras, donde una larga cadena de mandos desde quien te recibe hasta quien puede cambiar las cosas para que tu experiencia sea mejor, hace que la queja muchas veces quede en el olvido. El antiquísimo sistema del "Libro de reclamaciones" se ha continuado en la época digital.
Sin embargo hay caminos para hacer escuchar tu voz como cliente. Y las redes sociales cumplen un gran papel en esta tarea, cuando las empresas saben utilizarlas para escuchar antes que para promocionarse. Las cuentas de Twitter o de Facebook de empresas del sector turístico pueden constituirse en los "oídos de la empresa" para saber qué pasa, salvar un problema puntual, abrir el diálogo, ajustar errores, enmendar, y propiciar una nueva y mejor experiencia.
En este sentido, damos la bienvenida de una web que hace algo tan simple como poner en contacto al cliente con quien decide. Díseloalgerente, como en los viejos tiempos. Las empresas se apuntan a la web, se les otorga un Código QR que puede incluir en cualquier soporte (en la puerta, en la carta o en el ticket del restaurante; en un tarjeta de bienvenida en el cuarto del hotel; en la tarjeta de embarque, etc.) De esta forma el cliente establece una comunicación directa ya que escaneando el código puede enviar un mensaje explicando qué ocurre. La conversación es privada ya que el "gerente" de la empresa recibe el mensaje personalmente en su escritorio, teléfono o tableta de forma instantánea, por lo que puede tomar acción sin retraso.
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