El lago Baïkal está situado en Rusia, al sur de Siberia, y se formó hace 30 millones de años. Se trata de una inmenso lago que constituye la más importante reserva de agua dulce del mundo (el 20% de agua dulce no congelada del planeta) con un volumen de 31.494 kilómetros cuadrados de superficie. Su longitud es de 638 km y su anchura varía de 24 a 79 km lo cual proporciona una idea de sus impresionantes dimensiones, sin olvidar su profundidad, única en el mundo (1.680 metros).
El fotógrafo ruso Alexey Trofimov ha realizado una serie de fotos de este mar de hielo de reflejos turquesas parecidos a los de las piedras preciosas con una puesta en escena de esas que quitan el hipo.
Los rusos, que como bien sabemos son muy dados a rebautizar poéticamente todo lo que les conmueve, se refieren a él con el nombre de "La Perla de Siberia". Lo cierto es que la transparencia de sus aguas resulta absolutamente espectacular, eso sin mencionar sus excepcionales vistas.
Este lago, de enero a mayo, convierte sus aguas cristalinas en hielo. Sin embargo, a pesar de sus temperaturas extremas cada vez más turistas se atreven a enfrentarse a ellas para poder admirar la belleza de este lugar.
El sol refracta sobre estas formaciones de hielo llamadas hummocks creando reflejos y cáusticas parecidas a las de las zafiros. Un fenómeno únicamente visible durante los meses de invierno en uno de los lagos más antiguos del mundo que debido a su riqueza inigualable ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pero como se trata de un viaje que, probablemente, nos pille a muchos a desmano, si os han gustado aquí podéis disfrutar de más espectaculares imágenes.
Vía | Alexey Trofimov
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