Con los dinares, como dijo mi amigo uruguayo con quien coincidí unos días por Túnez, ¡uno se hace un auténtico quilombo! Aunque tranquilos, eso solamente ocurre los primeros días.
Tanto para billetes como para monedas existen dos versiones distintas que hacen a cualquiera ir más perdido que un berebere en Chueca o, para hacer el símil a la inversa, que un pata negra en Hammamet.
El dinar es la moneda común y se divide en 1,000 millimes. Hay monedas de 5, 50, 100, 500 y de 1,000 (un dinar). También existe otra moneda de 5 millimes que vendría a ser algo así como 0,03 céntimos de euro.
Algunas de las monedas tienen los números en árabe para agilizar todavía más al turista y los billetes pueden ser de color distinto incluso para el mismo valor, según el modelo de circulación. Hay billetes de 5, 10, 20 y 30 dinares.
Los tunecinos cuentan a la antigua usanza por miles e incluso me encontré a un anciano que los contaba en francos...
La conversión a finales de 2006 es fácil para quien se acuerde de las pesetas. Se le añaden un par de ceros y basta. Para los asentados al euro habrá que multiplicar por seis y quitarle un cero.
Una buena noticia es que existe en todo el país un cambio de divisa fijo por el estado sin comisión en todos los bancos del país. Además, en casi cualquier pueblo o ciudad encontrareis bancos o cajeros para cambiar o sacar dinero según el caso.
Si os he complicado todavía más con estas explicaciones, no os preocupeis... En un par de días, ¡estareis contando dinares como si fuera cosa de toda la vida!
Más información | Oficina Nacional de Turismo en Túnez