Turismo Oscuro, cuando se disfruta con visitas relacionadas con la muerte o la tragedia

De momento no podemos viajar, pero eso no quita que no podamos ir dando ideas para que planifiquéis vuestras vacaciones, y nos gusta que tengáis todas las opciones posibles sobre la mesa, así que hoy nos vamos a dar una vuelta por lugares de Turismo Oscuro. ¿Qué es eso? pues cuando se disfruta con visitas a relacionadas con la muerte o la tragedia.

Quizás no es disfrute la palabra que deberíamos estar utilizando. Muchas veces es ese punto de morbo de ver lo que ocurrió allí, conocerlo de primera mano. No creo que haya disfrute en sí en visitar un campo de concentración, pero sí que un cementerio o una casa embrujada pueden tener un atractivo especial. Pero la muerte y la tragedia están ahí, forman parte de nuestras vidas y nos ayudan a comprender otras muchas cosas y puede que sea la razón por la que cada vez más se convierten en lugares de peregrinaje.

Aokigahara, el bosque japonés de los suicidios

Es curioso que un lugar tan bello como Aokigahara, en Japón, sea conocido por ser el segundo lugar del mundo más frecuentado por aquellos que deciden acabar con su vida. Este bosque de los suicidios está a los pies del Monte Fuji y desde él hay unas vistas maravillosas del monte, mientras se camina entre árboles centenarios, formaciones de lava y cuevas subterráneas. Si vais de visita, que no sea la última que hagáis en vuestra vida.

Chernóbil

De la extraña, y en cierta manera peligrosa, atracción que ejerce la visita a Chernóbil ya os hablamos en detalle en otra ocasión, pero vale la pena recordarlo. Sus alrededores se abrieron al turismo en 2011. Hay que volar a Kiev y de ahí a Prípiat, hasta el lugar de la tragedia, por supuesto en una excursión organizada para que sea más seguro. Se llegará a un lugar anclado en el tiempo, viejos lugares abandonados que se dejaron precipitadamente. Hay que llevar siempre la documentación y seguir unas normas muy estrictas de la ropa y el calzado que llevar. Aún así, lo mismo ese día puede que no entres porque la radiación varía y puede no ser aceptable.

La Mansión Winchester en Estados Unidos

No hay nada más atractivo que una mansión encantada, con sus fantasmas, sus fenómenos paranormales y todo lo que la rodea. Una de las más famosas del mundo es la Mansión Winchester. Y también unas de las más embrujadas del país. Perteneció a los fundadores de la compañía que fabricaba los rifles. Es una construcción peculiar, extraña y sin lógica, con escaleras que no llevan a ningún lugar, pasillos que se hacen cada vez más pequeños, etc. Una casa que nunca se terminó porque una medium le dijo a la señora Winchester que esos fantasmas que la perseguían, las almas de los que murieron por sus rifles, no se quedarían en una casa sin terminar. Hay una película si queréis ver más.

Una Ruta siguiendo a Jack el Destripador

Uno de los grandes misterios de la historia: la identidad de Jack el Destripador, el asesino de al menos cinco mujeres en Whitechapel en 1888, en Londres. Prostitutas que aparecían destripadas sin que se llegara a saber nunca quién lo hizo. Poco queda de aquellas calles oscuras llenas de niebla y bastante insalubres, en las que sólo había pobreza, crimen, violencia, alcoholismo y prostitución. Hoy en día se pueden hacer rutas o seguir la tuya propia, pero no es del todo fácil moverse por un barrio ya moderno y poco reconocible.

Auschwitz en Polonia

Pocos lugares del mundo reflejan tanto horror como un campo de concentración. Creo que no es necesario contar nada de Auschwitz, un lugar que hay que visitar con inmenso respeto por las miles de vidas que allí se perdieron para siempre. Lo mismo mi opinión es impopular, pero creo que es un sitio que hay que visitar una vez en la vida para ser consciente de lo cruel que puede llegar a ser el hombre y que esas cosas tan terribles pasaron hace nada. Es un lugar que te rompe por dentro a poco que tenga sentimientos porque refleja lo peor del ser humano.

Las Catacumbas Parisinas

Las catacumbas de París son una red de túneles y habitaciones subterráneas que en su día fueron minas de piedra caliza de la época romana. A finales del siglo XVIII, debido a los grandes problemas de salubridad de los cementerios parisinos se decidió trasladar los huesos a las minas en desuso, convirtiéndose así en el destino final de unos 6 millones de habitantes de la ciudad. Llevan abiertas al público, con mayor o menor regularidad, desde 1809. Hoy en día lo que se visita son 800 metros de paredes forradas de huesos (es un 0'5% de su extensión total) y se entra por el distrito 14º. Dejan sin habla (y sin aire por su temperatura y humedad). Un lugar no apto para impresionables pero que sigue siendo una de las grandes atracciones de París.

El Osario de Sedlec en la República Checa

Seguimos con culto a la muerte, a huesos de personas anónimas que crean lugares que quitan el habla. El Osario de Sedlec es una pequeña capilla católica bajo la iglesia del Cementerio de Todos los Santos, en Sedlec, en la República Checa. El osario contiene aproximadamente cuarenta mil esqueletos humanos, colocados de manera artística para formar la decoración y el mobiliario de la capilla. El resultado es algo absolutamente macabro, con una espectacular lámpara hecha de todos y cada uno de los huesos del cuerpo humano.

Castillos de Bran y Poenari en Rumanía

Una de las grandes atracciones turísticas de Rumanía es todo lo que rodea la leyenda del Conde Drácula. Siempre ha estado relacionado con el Castillo de Bran, pero el lugar en el que vivía Vlad Tepes, el Empalador, era el Castillo de Poenari. El sanguinario príncipe rumano era conocido por su sed de venganza y por empalar a sus enemigos, así que fue la inspiración perfecta.

Hiroshima, el lugar de la tragedia

El 6 de agosto de 1945 el avión del ejército estadounidense Enola Gay dejó caer una bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima desatando el caos y la destrucción. Hoy en día es un lugar de recuerdo de algo que no debe volver a pasar, un paseo que gira en torno al día de los hechos y a tus terribles consecuencias, a la reconstrucción de una ciudad reducida a cenizas y a la paz.

Imágenes | Free-Photos, Chris Spencer-Payne, Scot Kinoshita, Doug Letterman, Dariusz Staniszewski, Hartmut Kellner, WeAppU, bluebird666 y Olga Ozik, Imagen de T Grand