Nos encantan las innovaciones en los museos, pero si os soy sincera ésta casi me va a costar explicárosla. Ayer abrío Borderless Art, el primer museo de arte digital a escala real en Tokio y está todo el mundo alucinado. Sí, es un museo en el que entras para observar y disfrutar de obras de arte, solo que en este caso no son algo físico, no son palpables, sino que son recreaciones digitales dentro de las que te integras.
Amantes de las exposiciones convencionales lo mejor que podéis hacer es ni plantearos ir a este museo de Tokio. Tal y como explican sus creadores lo que se busca es eliminar fronteras y fomentar la interacción entre arte y público, además de proporcionar una gran libertad a los artistas gracias a las tecnologías digitales.
‘MORI Building DIGITAL ART MUSEUM teamLab Borderless’. Todo eso es como han bautizado a la exposición permanente a escala real que cuenta con 520 ordenadores y 470 proyectores repartidos por 10.000 metros cuadrados de nave, y donde se generan imágenes de lo más espectaculares, que van cambiando y provocando reacciones de todos aquellos que la visitan. Desde luego nadie permanecerá indiferente.
Son cinco plantas llenas de espacios tridimensionales llenos de luces, sonidos y efectos ópticos inimaginables que consiguen que el visitante se quede completamente hipnotizado y lleno de ganas de recorrer todos los espacios de manera impulsiva. Entre lo que ofrecen hay una cascada gigante que baja imponente por una de las inmensas paredes. El bosque de lámparas que tenéis en la imagen de aquí arriba es realmente maravillosa.
Pero es que también son capaces de reproducir un especial oleaje, o un arrozal, o incluso hacer que te sientas viajando por el espacio, si es que lo prefieres a tomarte un té en el que parecerá que flores caídas del cielo llenan tu taza. Algunas de las proyecciones interactúan con el visitante, como podéis imaginar, pero al mismo tiempo hay otras que le acompañan a lo largo de todo el recorrido.
Para los niños resulta fascinante, e incluso verán como se reproducen peces dibujados por ellos mismos. El único consejo de visita, además de ir con la mente muy abierta, es que las entradas deben intentar reservarse con tiempo, porque se agotan muy pronto y no hay disponibles en el día. El precio son 25€ la entrada de adulto, así que no es tan cara desde luego.
Imágenes | Borderless Art
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