El Anillo de Kerry: una maravillosa ruta por la verde Irlanda

No todo el mundo busca en sus vacaciones playa y sol garantizado. Muchos buscan paisajes espectaculares y naturaleza en estado puro, casi sin alterar desde hace siglos, aldeas tranquilas y viajes de ligera exploración. Todo eso lo podemos encontrar en el Anillo de Kerry, una maravillosa ruta por Irlanda que será un gozo para todos los sentidos.

Es un circuíto turístico por el Condado de Kerry, en el suroeste de Irlanda, que transcurre por 170 km de carretera. Sí, no es mucha distancia, lo podrías hacer en un día si quisieras, pero lo suyo es hacerlo despacio, disfrutando y respirando.

A grandes rasgos esos 170 km forman un círculo que va de Killarney, rodeando la península de Iveragh, y pasando por Kenmare, Sneem, Waterville, Cahersiveen y Killorgling para regresar al punto de partida. Entre aquello de lo que disfrutas están también los lagos de Killarney y el parque nacional del mismo nombre.

Toda esa ruta son miles de años de historia, y los paisajes van desde bosques a imágenes costeras de postal, castillos, cruzándote con animales salvajes a los que importunas con tu visita y arroyos de aguas cristalinas llenas de peces saltarines.

Nuestro consejo es que lo hagas con calma, hospedándote en pequeños alojamientos, parando en pintorescos pubs a tomar algo con los lugareños y pausado y disfrutando. Entre los lugares imprescindibles está Muckross House, el fuerte de Staigue y Derrynane House. Además, la curiosidad de visitar la estatua de Charles Chaplin en Waterville, ya que veraneó allí en muchas ocasiones.

Recorrerlo tiene también sus reglas, y los autobuses de las excursiones tienen la obligación de hacerlo en el sentido contrario a las agujas del reloj, tal y como os hemos contado, entre otras cosas para que lo angosto de ciertas zonas no provoque que se queden los buses o los coches atascados.

En lo de hacerlo con calma, si horario planificado, así os podéis permitir el lujo de recorrer el Parque Nacional de Killarney en bicicleta o en algo mucho más pintoresco: un jaunting car, que es una carroza con poni.