Las grandes ciudades del mundo estos días nos dejan estampas insólitas: vacías, silenciosas, detenidas en el tiempo. Pero el confinamiento ha dado un paso más en el barrio parisino de Montmartre y sus calles se han quedado congeladas en 1942. La razón de estas insólitas fachadas que nos hacen retroceder a la segunda guerra mundial es un rodaje cinematográfico interrumpido.
La industria cinematográfica paralizada de forma abrupta ha dejado los decorados de la época de la ocupación nazi en París. Concretamente, son las calles Berthe y Androuet en Montmartre las que se transformaron para que la magia traspasara a las pantallas en la película "Adieu Monsieur Haffman", de Fred Cavayé.
Cuando el presidente Macron decretó el confinamiento el pasado 17 de marzo, el director no tuvo tiempo de recoger todo el decorado. Estas calles de París quedaron detenidas en 1942, año en que transcurre la trama de la cinta, protagonizada por Daniel Auteuil, Gilles Lellouche y Sara Giraudeau.
La fachadas de estas calles se transformaron para mostrar los comercios de la época, los carteles y afiches que poblaban las paredes hace 80 años, los comercios, como el del joyero judío que se ve obligado a huir de los nazis, protagonista de la película. La joyería, una bodega que ofrece cerveza francesa o la peletería Miroiterie, con un cartel que reza que “el comunismo es un agente de la decadencia francesa”.
No es la primera vez que el barrio de Montmartre se transforma o se pone más bonito si cabe para acoger el rodaje de una película, ahí está la mítica "Amelie" asociada al nombre de París, una ruta de cine muy especial en la ciudad de la Luz.
El confinamiento para contener el COVID-19 ha dejado las calles vacías de medio mundo, algunas capitales como Madrid, Roma, Londres o Nueva York nos dejan imágenes insólitas, algunas de las cuales os hemos mostrado en nuestras páginas.
Esperamos que pronto la situación deje de ser tan complicada, las ciudades vuelvan al bullicio y los decorados de las calles de París, de los estudios cinematográficos y de otras muchas localizaciones finalmente hagan su función y nos trasladen a otra época y otros mundos, pero en las salas de cine, disfrutando de la película y tal vez unas palomitas.
Os dejamos con las imágenes de estas calles de París congeladas en el tiempo, un poco más que el resto de calles de la capital.
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