Hoy os hablamos de uno de esos fenómenos naturales que impresionan, un lago que bien podría situarse entre los más extraordinarios del mundo. Es Frying Pan, el lago hirviente más grande del mundo, que podemos encontrar en Nueva Zelanda.
En concreto, este lago de aguas termales se sitúa en en el cráter de una montaña del Valle Volcánico de Waimangu, un sistema hidrotermal formado tras la erupción volcánica del Monte Tarawera, en el año 1886.
Nos gusta este tipo de lagos humeantes, una mezcla de paisajes románticos y neblinosos con tenebrosas reminiscencias del inframundo, un panorama boscoso y humeante de aspecto jurásico; ya os hablamos en otra ocasión del Lago Hirviente de Dominica, también entre los más grandes del mundo.
El Frying Pan Lake tiene 200.000 metros cúbicos de aguas que alcanzan una temperatura de 55 grados centígrados, por lo que suele estar cubierto de nubes de vapor que caracterizan el paisaje.
Las burbujeantes aguas no invitan a sumergirse en ellas, si no queremos quedar escaldados. Pero la zona cuenta con muchos lugares preparados al turismo termal, manantiales, piscinas naturales...
En el valle volcánico de Waimangu funciona un centro para visitantes desde donde se pueden hacer excursiones ("eco-tours") a las distintas atracciones naturales del parque, como el Inferno Crater (con aguas a 80ºC) o Frying Pan, el lago de aguas termales más grande del mundo. No invitan a darse un chapuzón... pero sí a hacer funcionar la cámara de fotos para captar tanta extraña belleza.
Foto | Kristina D.C. Hoeppner en Flickr-CC
Más información | Waimangu
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