Gabriel García Márquez nunca quiso que su obra maestra fuera llevada al cine. Es bien conocido que directores de renombre como Anthony Quinn o Francis Ford Coppola intentaron tentarlo con cheques de siete cifras. En dólares y en los años setenta, haced las cuentas.
Sin embargo, el autor siempre se negó. Para él, era impensable que el "realismo mágico" que impregnaba sus páginas pudiera plasmarse en la gran pantalla sin limitar la imaginación de sus lectores. ¿Cómo llevar la luz y la atmósfera de Macondo a imágenes sin traicionar su esencia? Quizás consideraba que el cine, por más poderoso que fuera, no podía capturar el alma de su universo literario.
"Cuando me muera, pueden hacer lo que quieran", dijo tajante a su hijo, cerrando cualquier posibilidad en vida. Hoy, 37 años después de su fallecimiento, y con el respaldo de los vastos recursos de Netflix, la serie basada en su obra maestra ha visto finalmente la luz. Todo bajo la supervisión y las condiciones impuestas por Rodrigo y Gonzalo García Barcha, los hijos de "Gabo", quienes se han asegurado de que el legado de su padre se respetase al máximo.
El Macondo de Netflix y el real
En Colombia se dice que muchas veces la realidad supera a la ficción. Seguramente cuando un extranjero llega allí, entiende perfectamente a qué alude la frase, especialmente si ha leído Cien Años de Soledad.
Aunque Macondo está cerca del mar, en el caribe colombiano, la producción encontró en Alvarado, Tolima, el sitio perfecto para recrearlo. Su clima y su vegetación es similar, aunque está mucho más cerca de Bogotá y eso probablemente facilite la producción, especialmente teniendo en cuenta la orografía e infraestructuras del país.
Sin embargo en Colombia todos saben que lo más parecido al Macondo real es Aracataca, el pueblo en donde nació García Márquez. Tuve la enorme suerte de visitarlo cuando aún era pequeña. Recuerdo las calles sin asfaltar y un nivel de humedad que te aprisionaba de forma invisible contra el suelo. Supongo que cuando llovía el nivel aumentaba tanto como para imaginarse a los peces saliendo del río para entrar en las casas y seguir nadando por los pasillos, así que no me extraña que en ese sitio se haya gestado una de las obras literarias más importantes de la historia.
En ese entonces el turismo era el último eslabón en la cadena de fuentes económicas de la región, y aunque allí Gabriel García Márquez siempre ha sido el hijo pródigo, pocas alusiones se tenían al escritor. O al menos eso recuerdo caminando entre las casas de bahareque pintadas de colores.
Sin embargo la tendencia ha cambiado y aunque no he vuelto a visitarla, sé que se han dado pasos gigantes para convertir a este pequeño pueblo en la representación viviente del realismo mágico, donde la realidad y la fantasía se entrelazan en cada rincón.
Qué hacer en Aracataca
Aracataca ofrece a los visitantes una variedad de sitios de interés, especialmente para los admiradores de García Márquez y del realismo mágico:
- Casa Museo Gabriel García Márquez: La casa natal del escritor ha sido convertida en un museo que exhibe objetos personales, fotografías y recreaciones de espacios que evocan la infancia de "Gabo". Es un lugar imprescindible para comprender las raíces del autor y su obra.
- Estación del Tren: Este histórico edificio refleja la importancia que tuvo el ferrocarril en la región y en la vida de Aracataca. La estación es mencionada en varias obras de García Márquez y es un símbolo del auge y decadencia de Macondo.
- Iglesia de San José de Aracataca: Este templo colonial, con su arquitectura tradicional, es otro de los lugares que transportan al visitante al universo de Macondo.
- Paseo por el Río Aracataca: Un recorrido por las orillas de este río permite apreciar la exuberante naturaleza que rodea al pueblo y que inspiró las descripciones de García Márquez.
- Ruta de Macondo: Algunos operadores turísticos ofrecen recorridos temáticos que llevan a los visitantes por los lugares más emblemáticos relacionados con la vida y obra de García Márquez, sumergiéndolos en el realismo mágico que caracteriza sus escritos.
Cómo llegar a Aracataca desde Bogotá
Para los viajeros que deseen explorar este emblemático lugar, existen varias opciones para llegar desde Bogotá:
- En autobús: El trayecto en autobús desde Bogotá hasta Aracataca dura aproximadamente entre 16 y 18 horas. Empresas de transporte ofrecen servicios que conectan ambas localidades, con precios que comienzan alrededor de los 35 euros.
- En avión y autobús: Una alternativa más rápida es tomar un vuelo desde Bogotá hasta Santa Marta, cuyo tiempo de vuelo es de aproximadamente 1.5 horas. Desde Santa Marta, Aracataca se encuentra a unos 80 kilómetros, y se puede llegar en autobús en un trayecto de aproximadamente una hora.