No hace mucho estuve en estos parajes de la Ruta del Quijote, imaginando al caballero de ficción más real de la historia luchando contra gigantes en Campos de Criptana. Ahora, 3 de los 10 molinos harineros del lugar han vuelto a funcionar 500 años después de que lo hicieran por primera vez. Así que este lugar, verde y resplandeciente en primavera, brilla con más fuerza a partir de ahora.
Esta restauración ha sido gracias a una iniciativa que permite que ahora disfrutemos de este pequeño montículo junto al pueblo de un modo más especial, pues las aspas ya no están bloqueadas y pueden girar como lo harían cuando inspiraron a Cervantes para crear su genial historia.
Además de añadir atractivo a este lugar, esta restauración es significativa porque se trata de los 3 únicos molinos de viento del siglo XVI existentes en la Península Ibérica.
Un patrimonio importante que valía la pena poner en funcionamiento de nuevo... Afortunadamente, ahora se sabe de la importancia de estos molinos, pero muchos se han perdido en el camino. En el siglo XVIII se documentó la existencia de 34 molinos harineros en Campo de Criptana, de los que hoy se conservan 10.
De estos 10, solamente tres, los denominados "Sardinero", "Burleta" e "Infanto", del siglo XVI, conservan gran parte de su estructura y mecanismo original y están declarados Bienes de Interés Cultural desde 1979. El siguiente objetivo es obtener su declaración como Patrimonio de la Humanidad. Seguro que el Quijote tiene mucho que aportar al respecto...
Vía | adn En Diario del viajero | Rutas Turístico Literarias en Castilla-La Mancha: Quijote, Cid, Lazarillo, Manrique y la Alcarria