Estamos estos días a vueltas con el inicio de los Juegos Olímpicos, que si las prisas por terminar las instalaciones, que si los equipos que ya van llegando, que si las previsiones de medallas, y sobre todo las supuestas pobres condiciones de la habitual Villa Olímpica donde se hospedan las diferentes delegaciones deportivas. Bueno, no todas, porque los equipos de baloncesto USA dormirán en este crucero de lujo colocado en el puerto para la ocasión.
Supongo que os habréis quedado tan sorprendidos como yo, que ya ni se hayan planteado ver las instalaciones, no, las estrellas de la NBA y la WNBA tendrán para su uso y disfrute un crucero de súper lujo con más comodidades de las que os podáis imaginar y ya se irán bajando a tierra a Río de Janeiro cuando les toque jugar o entrenar.
Trasladado a Río para la ocasión en lugar de su habitual ruta de pasajeros por el Mediterráneo, el Silver Cloud estará a total disposición de ambos equipos y de sus familias mientras dure la competición. Las razones son la búsqueda de comodidad y se aducen motivos serios de seguridad, vamos que no se atreven a tener a jugadores tan valiosos con la "plebe". El barquito en cuestión tiene 9 cubiertas, capacidad para 296 viajeros y 222 trabajadores del barco y fue construido en 1994, pero reformado hace tan solo tres años. Restaurantes con vistas al mar, casino, gimnasio panorámico, zona de spa, piscinas, tiendas… y, por supuesto, habitaciones lujosas, con mucho espacio y suponemos que con camas extra largas. Hospedarse una semana cuesta aproximadamente 12.000€.
El barco es propiedad de la compañía SilverSea y también acogerá a las familias de los deportistas. Todo lo mejor para que se sientan cómodos y seguros, que para algo son los niños y niñas mimados y no se fían de la seguridad de Brasil. Como curiosidad recordar que no es la primera vez que utilizan un barco como alojamiento puesto que en Atenas 2004 tuvieron a su disposición el Queen Mary II en el puerto del Pireo. En Pekín 2008 y Londres 2012 también se quedaron en hoteles de lujo con altísimos niveles de seguridad y por supuesto en Barcelona 92 tampoco pisaron la Villa Olímpica, con lo bonita que nos había quedado.
Imágenes | SilverSea Cruises
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