InterNations, la comunidad de expatriados más grande del mundo, acaba de publicar el ranking de las 49 mejores ciudades de 2023 para vivir, según la opinión de más de 12.000 expatriados de 177 nacionalidades diferentes que residen fuera de sus países.
La ciudad mejor valorada del mundo ha sido Málaga. Y lo cierto es que a nadie le sorprende el dato, pues este no es el único ranking que apunta a Málaga como el destino preferido por los extranjeros y nómadas digitales para vivir y trabajar.
Así se ha realizado el estudio. Para realizar la encuesta se pidió a los participantes que valoraran hasta 56 factores diferentes pertenecientes a cinco grandes índices temáticos: calidad de vida, facilidad para instalarse, trabajo, finanzas personales y otros aspectos que consideraran esenciales. Finalmente, se les planteó una última cuestión: "Considerando todos los aspectos, ¿cómo de feliz estás con tu vida en el extranjero?". Todas las respuestas fueron promediadas para poder establecer la clasificación general de las mejores ciudades para expatriados.
Encontrar casa en Málaga es fácil y barato, según la opinión de los expatriados
Si analizamos de forma independiente los cinco índices temáticos arriba mencionados, vemos que la ciudad de Málaga queda muy bien posicionada en cada uno de los rankings individuales:
1. Calidad de vida. Para los expatriados, Málaga ocupa el segundo puesto en calidad de vida, por detrás de Valencia. De entre los muchos parámetros, los encuestados destacan por encima de todo su clima, entorno natural y calidad del aire. Además, casi el 100% cree que es fácil y seguro moverse por la ciudad a pie o en bicicleta.
También es valorada de forma muy positiva la oferta de ocio: nueve de cada 10 encuestados adora las oportunidades que ofrece la ciudad para practicar deporte, las opciones culturales, el ocio nocturno y opciones gastronómicas. La asistencia sanitaria es otro punto fuerte de Málaga, y cuatro de cada cinco están satisfechos con la calidad de la atención médica.
2. Facilidad para instalarse. Para los expatriados que residen en Málaga es notablemente fácil instalarse en la ciudad, gracias a la excepcional amabilidad local y a una cultura a la que es fácil acostumbrarse. Estos datos colocan a Málaga en la cabeza de este ranking.
3 y 4. Trabajo y finanzas personales. A la hora de trabajar, los expatriados consideran que Amsterdam, Ras Al Khaimah y Copenhague son las tres ciudades que ofrecen mejores perspectivas profesionales. En este caso, Málaga queda relegada al puesto 13 de la tabla.
Sin embargo, en lo que respecta a las finanzas personales, los expatriados consideran que Málaga es la mejor ciudad del mundo en cuanto a coste de vida. Y aunque los ingresos están ligeramente por debajo del promedio mundial, ocho de cada 10 cree que sus finanzas personales son suficientes o más que suficientes para llevar una vida cómoda en esta ciudad.
Los expatriados creen que la vivienda en Málaga es asequible y fácil de encontrar, y también consideran que la ciudad es perfecta para vivir con un presupuesto limitado.
5. Otros aspectos esenciales para los expatriados. En este ranking se han valorado aspectos relacionados con las facilidades que ofrece la ciudad para comenzar una nueva vida, desde aspectos burocráticos, hasta la vivienda y el idioma. En el conjunto, la ciudad de Málaga ocupa un séptimo puesto (detrás de Ras Al Khaimah, Muscat, Abu Dhabi, Dubai, Kuala Lumpur y Tallin), y el sexto en lo que respecta a la vivienda.
Para los expatriados que residen en Málaga, no solo es fácil encontrar casa sino que también consideran que es bastante asequible. De hecho, tal y como destacábamos más arriba, la ciudad parece ser un buen destino para expatriados con un presupuesto limitado.
La cara B de ser la "ciudad de moda" para vivir y trabajar
El de InterNations no es el único ranking que apunta a Málaga como el mejor destino para vivir.
Según la investigación de Savills Plc publicada por Bloomberg, la capital de la Costa del Sol ocuparía el segundo puesto del ranking mundial de las ciudades preferidas por los nómadas digitales, por detrás de Dubai y por delante de otras ciudades españolas como Barcelona y Palma de Mallorca. Asimismo, otro estudio reciente publicado por Forbes también seleccionaba a Málaga como la mejor 'capital alternativa' del mundo.
Son varios los factores que en los últimos años han convertido a Málaga en la ciudad de moda. Por un lado, la pandemia trajo consigo una nueva forma de trabajar, y son muchos los ejecutivos tecnológicos que combinan su actividad presencial con el trabajo en remoto. Esto les permite 'escapar' de las grandes ciudades y buscar segundas residencias en destinos con mejor clima y mayor calidad de vida.
Por otro lado, desde hace años Málaga está apostando por la tecnología y las grandes empresas, como por ejemplo Google, que acaba de abrir en la ciudad su primer centro especializado en ciberseguridad de Europa.
Ahora bien, lo que a priori puede parecer una gran noticia, también esconde un lado negativo que no debemos subestimar. Y es que este nuevo modelo migratorio junto al "efecto llamada" está haciendo que se incremente de forma notable el precio de la vivienda, dificultando a los residentes locales poder vivir en su propia ciudad.
En este artículo de El Confidencial leemos que el precio de la vivienda en Málaga ha subido un 21,4% respecto al año pasado, un 33% respecto a 2018 y casi el doble que hace 10 años.
El problema es que los salarios no suben de la misma forma y cuando se compara la renta media por persona con el precio medio del alquiler, las cuentas no salen. Según el estudio "Relación de salarios y vivienda en alquiler en 2022", los habitantes de Málaga destinan más del 50% de su sueldo al alquiler, dato únicamente superado en las ciudades de Madrid, Barcelona y Guipúzcoa.
El destino que está corriendo Málaga lo han sufrido también otras ciudades españolas como Barcelona o Palma de Mallorca. En el caso de esta última, el precio de la vivienda se ha incrementado en un 26%, el más caro de toda su historia. Fuera de nuestras fronteras, México, Lisboa o Atenas son otros ejemplos de cómo una ciudad de moda puede acabar convirtiéndose en inaccesible para sus propios habitantes.
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