Os lo decíamos hace nada, poco a poco vamos a ir saliendo de esto y nos morimos de ganas de empezar a mover el cuerpo y quitarnos las penas del invierno. La primavera viene fuerte y con ella las ganas de actividad al aire libre, y si son con vistas mucho más. Hace unos días se abrió al público el Camino del Hierro, esa maravilla de ingeniería ferroviaria recuperada para senderistas exigentes.
Un precioso recorrido de 17 kilómetros desde la Estación de la Fregeneda por las vías del tren que permanecían sin funcionamiento desde 1987. Recuperar estos túneles y puentes de la provincia de Salamanca para convertirlos en una vía verde de la que disfrutar es una gran noticia para todos.
El recorrido abarca 17 km desde la estación de La Fregeneda hasta el muelle fluvial de Vega Terrón, y se calcula que se tarda en hacerlo algo así como 6 horas. Es apto para casi todos los públicos aunque no para menores de 8 años. La Diputación de Salamanca, que es la que se ha encargado de rehabilitarlo ha establecido un acceso regulado con venta de entradas que se adquieren online, al precio de entre 5€ y 2,5€. De momento, por motivos de seguridad debidos al Covid-19 sólo se hace en grupos de máximo 6 personas. La entrada incluye un seguro, algún obsequio, como una linterna para iluminar bien el camino al cruzar por los túneles, y dispone de un servicio de bus lanzadera que al final del recorrido en el Puerto de Vega de Terrón devuelve al senderista al inicio del recorrido.
Tal es la expectación generada entre los amantes del senderismo y la naturaleza que ya son casi 2000 personas las que tienen entradas para los próximos meses y que el fin de semana pasado, el de la reapertura, fueron más de 900 los que lo disfrutaron y con el avance del buen tiempo esto no hará más que hacerse famoso. El recorrido, además de unas vistas espectaculares, tiene diez puentes y 20 túneles, lo que lo hace único. Estará abierto en primavera-verano de 7.30 a 15.00 horas y en otoño-invierno de 9 a 16.30, sin posibilidad de ampliación.
Este tramo de vía férrea, que forma parte de la famosa línea que unía la localidad salmantina y la portuguesa de Barca d’Alva, constituyendo una arteria vital para el transporte ferroviario entre los dos países. Para su construcción, a finales del siglo XIX, se necesitaron cuatro años de trabajo, casi 20.000 trabajadores de toda Europa a base de martillos, picas y explosiones... y por desgracia algunos perdieron la vida. Qué maravilla que ahora se recupere para la gente.
Imágenes | Camino del Hierro / Diputación de Salamanca