El 2021 empezará con 11 nuevas incorporaciones a los Pueblos más Bonitos de España
Después de un año que ha sido de todo menos bonito, vamos al menos a terminar con noticias algo más agradables y pensar que el principio del fin está ahí y que habrá un nuevo comienzo lleno de esperanza. Así que pensando en las maravillas que nos ofrece nuestro país ya sabemos que el 2021 empezará con 11 nuevas incorporaciones a los Pueblos más Bonitos de España. Y nos gusta esta alegría.
Ya sabéis que en Diario del Viajero somos firmes defensores de esta asociación que se dedica a agrupar a los pueblos más bonitos de nuestra geografía y que guardan una serie de características. Con estas nuevas incorporaciones (y una baja) pasarán a ser 104, y estos los nuevos recibirán oficialmente sus honores en FITUR, como siempre y en primavera se realizará un acto de presentación, si la situación lo permite.
Agulo (La Gomera)
Conocido como el bombón de La Gomera, por su belleza, Agulo es un inmenso mirador teñido por el verde de sus cultivos sobre el océano Atlántico, y por sus calles empedradas, que nos llevan a la hermosa iglesia de San Marcos con sus blancas cúpulas, en contraste con el tono rojizo de las tejas de las casas. Es una de las poblaciones más pequeñas a la par que más antiguas de la isla de La Gomera, con unas vistas privilegiadas a Tenerife y a su imponente volcán El Teide, su casco antiguo es uno de los mejores conservados de todo el archipiélago, formado por estrechas y empedradas calles nos transportará a tiempos pasados.
Agulo cuenta con una gastronomía basada en papa, ñame o berro, que han permitido desarrollar platos típicos como el potaje de berros, o potaje de ñames, la carne de cabra o de cochino, acompañados de papas con mojo picón; sin olvidar el Almogrote que es una pasta para untar, elaborada fundamentalmente con queso de cabra curado y aderezado.
Baños de la Encina (Jaén)
La localidad jienense de Baños de la Encina se encuentra en Sierra Morena, al lado del pantano de Rumblar, donde su fortaleza califal (levantada por al-Hakam y concluída en el año 968), fue objeto de continuas batallas entre musulmanes y cristianos, ya que era la puerta para acceder a Andalucía. Baños de la Encina ha acumulado un rico patrimonio artístico que ha sabido conservar. Desde el castillo califal hasta la parroquial de origen gótico, desde la exuberancia barroca del camarín de su santuario hasta la austeridad blasonada del Concejo, desde el señorío de sus palacios hasta sus molinos del siglo XVIII, el pueblo conserva su identidad monumental que evoca su importancia histórica.
Baños de la Encina atesora una exquisita gastronomía, muy vinculada a los recursos de la tierra y condicionada por las actividades tradicionales. Se utilizan en ella muchas hierbas aromáticas, carne de monte y verduras. El cucharro es un 'moño de pan' relleno de aceite de oliva virgen, un poco de sal y un tomate maduro que se va troceando y acompañando de tocino, sardinas o aceitunas. La caza también tiene una gran tradición, como el venado a la bañusca, carne de ciervo marinada con verduras, hierbas aromáticas y vino, y luego sofrita, o el rollo bañuelo, un plato típico de la romería de la Virgen de la Encina.
Beget (Girona)
El pequeño pueblo de Beget, con poco más de 20 habitantes, ha guardado su esencia durante años gracias a un cuidado exquisito por su patrimonio. Conocidos sus orígenes en plena Edad Media, el pueblo ha crecido alrededor de la Iglesia de Sant Cristòfol de Beget (s.X-XIII), el pueblo se encuentra en la Alta Garrotxa, un Espacio de Interés Natural que abarca zonas prepirenaicas de tres comarcas. Recorrer Beget, a lo largo de sus calles, nos permite disfrutar de sus dos puentes medievales, que cruzan el río Llierca y donde el empedrado de las calles, suben por las paredes de las casas y se mezcla con el paisaje que lo rodea. Es punto de partida de muchas rutas para senderistas y amantes del ciclismo de montaña, que paran en sus restaurantes, para disfrutar de una comida tradicional catalana, donde los protagonistas son los productos de la zona.
Bulnes (Asturias)
Bulnes, municipio de los Picos de Europa con poco más de 30 habitantes, solo se puede llegar al pueblo por funicular o andando por un camino estrecho y empinado, lo que le ha permitido mantener su patrimonio y una gran belleza. Sus construcciones tradicionales se visten de una piedra caliza, que contrasta con los tejados rojos de arcilla, y con sus ventanas y puertas de madera de la zona. El municipio atesora bienes inventariados en el Patrimonio Cultural de Asturias, como la Torre del Castillo o la Iglesia de San Martín de Bulnes.
Para los amantes de la montaña, desde Bulnes se puede acceder, a través de duros y empinados caminos, al Picu Urriellu, más conocido como Naranjo de Bulnes, la más mítica y renombrada cima de los Picos de Europa, lugar de culto de los alpinistas españoles por la dificultad de sus paredes verticales, sobre todo las de la cara oeste. Esta fortaleza calcárea, debe su nombre al color anaranjado que adquieren sus paredes al recibir los rayos del sol.
Asturias es la mayor mancha quesera de Europa. La tradición ganadera y de pastoreo, unida a sus condiciones orográficas y climáticas motivaron que sus habitantes se especializaran en la elaboración artesanal de quesos de excepcional calidad, destacando el Cabrales, que se realiza en Bulnes, por su gran calidad artesanal
Cudillero (Asturias)
Cudillero, bello pueblo marinero escondido desde la mar y desde la tierra, y descolgado en humildes casas de mil colores, que dan forma a su conocido y fotografiado anfiteatro, y que permite disfrutar de vistas espectaculares desde la atalaya. A los habitantes se les conoce como “Pixuetos“, aunque hay muchas versiones parece que tiene su origen en Pix, traducido como Pez, al ser desde siempre, uno de los principales puertos pesqueros del Cantábrico.
La sucesión de casas indianas junto al Palacio Selgas, un espléndido conjunto del siglo XIX conocido como el "Versalles asturiano", comparten protagonismo con el barrio de los pescadores, o con la parte alta del pueblo, dedicada a la agricultura. El pote, la merluza de pincho o el pastel de cabracho estarán presentes en cualquier restaurante de la localidad, pero no se puede visitar Cudillero sin probar el rape, conocido como el pixín, y se puede pedir a la brasa, a la sidra, frito, con setas o fabes.
Garachico (Tenerife)
Garachico, pueblo situado en el noreste de la isla de Tenerife, posee un rico patrimonio arquitectónico en su casco histórico, muy bien conservado, de los siglos XVI y XVII. Sus bellas calles adoquinadas invitan a explorar el corazón del pueblo, sus iglesias y construcciones históricas. Garachico fue devastado casi por completo en 1706, pero numerosas familias de gran influencia, decidieron reconstruirlo, recuperando su belleza patrimonial y cultural. Algunos edificios históricos se salvaron, como el convento de San Francisco, o la fachada de cantería de la Casa de los Condes de la Gomera, de estilo renacentista. En la costa, junto al casco histórico destaca el Castillo de San Miguel, de 1575, y las piscinas naturales de El Caletón, muy apreciadas por los visitantes y vecinos.
La gastronomía garachiquense participa de la riqueza gastronómica canaria. Su enclave costero y portuario ha propiciado que, tradicionalmente, sea lugar de referencia para la degustación de pescados y mariscos frescos. Por otro lado, la repostería tradicional local tiene un destacado exponente en las delicias de las monjas concepcionistas franciscanas.
Genalguacil (Málaga)
A Genalguacil se lo conoce como "los jardines del visir" y ha ido creciendo a lo largo de un terreno escalonado, herencia de sus fundadores árabes, entre castaños, encinas y alcornoques. Situado en **el corazón del Valle del Genal*, su casco histórico formado por encaladas casas bajas, permite que destaque la iglesia parroquial de San Pedro de Verona, del siglo XVIII de estilo barroco académico y clasicista con toques de estilo mudéjar. Sus calles son galerías de arte contemporáneo durante todo el año, con más de 120 obras de arte entre las que podemos visitar por las calles de Genalguacil, y las propias del Museo de Arte Contemporáneo.
La belleza de Genalguacil también se encuentra en su patrimonio cultural y gastronómico, hay que destacar los productos artesanales que producen, donde el corcho es uno de sus protagonistas, o las varas de olivo, con las que crean sus artesanos bellos. Disfrutar de las sopas de tomate y del gazpacho caliente, en cualquiera de sus calles, es otro momento que no nos podemos perder.
Molinaseca (León)
La pequeña localidad berciana de Molinaseca, situada a escasos kilómetros de Ponferrada, desprende sabor medieval, en cada rincón, e invita a pasear sin prisas, y acompañar a los peregrinos del Camino de Santiago, al entrar a la Calle Real, tras cruzar el Puente de los Peregrinos hasta el Crucero del Santo Cristo. Este pueblo conserva una rica arquitectura popular con corredores, galerías voladas de madera de castaño, escaleras exteriores de acceso a las viviendas, cubiertas de pizarra, junto con algunas casas solariegas con portadas de sillería y escudos nobiliarios.
Molinaseca es reconocida por su gastronomía berciana donde poder disfrutar de la pera conferencia, las castañas, los pimientos asados y el codiciado botillo, un plato contundente elaborado con diferentes partes del cerdo, y acompañado de cachelos, berza o garbanzos.
Nuevo Baztán (Madrid)
El bello municipio de Nuevo Baztán se sitúa al sudeste de la Comunidad de Madrid, y fue fundada a principios del siglo XVIII por Juan de Goyeneche y Gastón como un centro agrícola y de fabricación de productos cotizados en la época como vidrio y tejidos. El conjunto arquitectónico estaba pensado hacia el exterior para que sus habitantes se relacionasen entre sí, donde un palacio barroco presidía un núcleo señorial rodeado de tres plazas, entre las que destaca la Plaza de las Fiestas, también conocida como Plaza de Toros, debido a que en ella se realizaban festejos taurinos, obras de teatro y conciertos en la época de Goyeneche. Está delimitada por las Casas de Oficios y sus maravillosas balconadas con arcos.
La gastronomía de Nuevo Baztán es inequívocamente castellana, con los asados y chuletas de cordero como elemento más representativo. Son también recomendables el queso de oveja y las verduras de las vegas de la zona. Existen, además, algunas especialidades propias, como los repápalos, un dulce elaborado con vino y canela que recuerda vagamente a los pestiños. Otro dulce típico son las puches, una especie de gachas dulces que se comían tradicionalmente la noche de Todos los Santos.
Roncal (Navarra)
El bello pueblo de Roncal, es la capital del valle que lleva su nombre. La Villa de Roncal (Erronkari, en euskera), se asienta a ambos lados del Río Esca, en el Pirineo Navarro y por sus calles empedradas, distribuidas en forma de Y, el visitante desciende desde la iglesia parroquial, acompañados por varios edificios señoriales, como la Casa Sanz, la Casa Gambra o la Casa López. En su gastronomía destaca el queso Roncal, que se elabora entre diciembre y julio con la leche cruda de la oveja de raza latxa, tiene un sabor único, ligeramente picante, muy definido y mantecoso al paladar.
Valverde de la Vera (Cáceres)
Valverde de la Vera es un municipio cacereño ubicado en la comarca de La Vera, declarado Conjunto Histórico en 1970, y por la que fluye el agua por sus calles empedradas gracias a las “regateras”, y sirven para facilitar su aseo y para distribuir el agua de riego de las huertas. Un pueblo con una arquitectura popular de tres niveles, que combina la sillería con entramados de madera y ladrillo o adobe, y donde es fácil encontrar bellos soportales sobre columnas de granito, decoradas con bolas y molduras.
En el municipio se puede asistir en la noche del Jueves al Viernes Santo, al peregrinar de los Empalaos, que rodeados de misterio y anonimato, acompañados de sus correspondientes Cirineos que les alumbran y ayudan en caso de que caigan al suelo, recorren en absoluto silencio el itinerario del Vía Crucis a través de las bellas calles de Valverde de la Vera, y donde el cruce de empalaos, donde ambos se arrodillan en señal de respeto al encontrarse, es uno de los momentos más impresionantes de la noche.
Estos ## once nuevos municipios han superado una auditoría durante este 2020, con más de 40 criterios, para poder formar parte de esta red, en aspectos tan importantes como el cuidado del patrimonio, la armonía del municipio, limpieza, conservación de las fachadas, circulación de vehículos, cuidado de flores y zonas verdes, la actividad cultural programada o la atención a las tradiciones, entre otros muchos. Por cierto, la localidad de Trujillo (Cáceres) se convierte en el primer pueblo que deja la asociación, por incumplimientos en los parámetros marcados.
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