Myshkin, la ciudad rusa de las ratas y el Museo del ratón
La población rusa de Myshkin es todo un homenaje a las ratas, sobre todo desde que hace un tiempo decidió convertirse en punto de parada para los cruceros fluviales que recorren el Volga. Así, Myshkin fundó, entre otros lugares, el Museo del ratón.
Y es que ya el nombre nos da una pista de que este no es un pueblo cualquiera. El nombre ruso de Myshkin puede traducirse como “la ciudad del ratoncito” y la villa, efectivamente, cuenta con roedores en su leyenda. Unos animalitos que podemos ver en forma de esculturas a lo largo del pueblo.
Cuenta la leyenda que el príncipe Myshkin fue salvado por un ratón que lo despertó y lo puso en guardia ante una serpiente que iba a atentar contra su vida. Por eso, según parece, el ratón aparece en el escudo de la localidad (junto a un oso).
Esta pequeña población situada en la orilla del Volga, en la provincia de Yaroslavl, es un antiguo centro comercial cada vez más conocida por los turistas, desde que en la década de los 90 quisieran reinventarse y aprovecharse de esta leyenda.
A Myshkin se acercan a ver el pequeño Museo del ratón, el Museo Popular de la Región, sus iglesias, la mansión familiar de Fiódor Tiútchev (en la que ese poeta jamás habitó), varias casonas de comerciantes adinerados o la primera biblioteca pública de Rusia.
Hoy, el distrito de Myshkin tiene unos 10.000 habitantes, más de la mitad de los cuales viven en la ciudad del mismo nombre. El sector turístico cada vez emplea a más personas (las principales empresas siguen vinculadas al transporte de hidrocarburos rusos a Europa).
El Museo del ratón y más ratas en Myshkin
Este es el primer museo del ratón del mundo, creado a partir de una colección de figuras de diversas procedencias que ha ido creciendo con los años y la fama del lugar. Allí encontramos peluches, muñecos y figuras de todo tipo, siempre con sus pequeñas orejas y sus bigotitos. Se trata del único museo del mundo dedicado exclusivamente a los roedores.
Las autoridades provinciales subvencionaron la construcción de un “palacio del ratón”, que ofrece espectáculos para niños y que además tiene un pequeño zoológico no exento de polémica donde, encerrados en vitrinas, se exhiben ratas, ratones y otros pequeños mamíferos como murciélagos.
Otro de los eventos que ha ido creciendo con los años y que enlaza con la leyenda en torno a los ratones es la fiesta anual del ratón, a la que acude gente disfrazada de roedor, más o menos realista, con más o menos gracia...
Por supuesto, el souvenir más apreciado de la ciudad es el ratón. Seguro que este año, que es de la Rata en el calendario lunar chino, el número de visitantes a Myshkin aumentará. A unos 250 kilómetros al norte de Moscú nos espera esta curiosa villa.
Os dejamos con unos vídeos del Museo del ratón y de Myshkin, la ciudad rusa de las ratas.
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Fotos | Katya y Dmitri Bada en Flickr-CC