Ya hablé no hace mucho de la casa museo de la Guerra de Vietnam en Castellfollit de la Roca, Girona. Hoy acabaré el tema hablando de otro gran museo: el Museo de los Crímenes de Guerra, en Ho Chi Minh (antigua Saigón).
Para desintoxicarnos de todas las producciones sobre el tema a las que Hollywood nos tiene acostumbrados, esta vez veremos la otra cara de la moneda. Aún así, hemos de tener en cuenta que veremos eso, la otra cara de la moneda, ya que aquí se recogen las horribles acciones cometidas solamente por el ejército americano y sus aliados y no las que el VietCong también cometió, que no fueron menos atroces. Por eso, es importante entrar en estos museos con la idea de que nadie es absolutamente culpable ni absolutamente inocente en una guerra. Sólo así veremos la auténtica verdad de ellas: sus víctimas. Por eso no debemos caer en la tentación de pensar que sólo una de las partes jugó limpio. Sería muy naíf por nuestra parte pensar eso de cualquier guerra.
Aquí nos haremos una idea de episodios atroces como la matanza de My Lai, los bebés que siguen naciendo deformados por la contaminación del agente naranja todavía latente, o las víctimas que aún hoy, año tras año, quedan amputadas por las minas antipersona que no han sido retiradas.
Si bien es cierto que aquí en occidente el conflicto quedaba lejos geográficamente, no por ello debe caer en el olvido. Es importante la repercusión humana y material que aún hoy muchas personas de ambos bandos continúan padeciendo. Y es que no importa lo lejos que sucedan. Con cada guerra que aparece en el mundo muere algo de todos y cada uno de nosotros, seamos o no conscientes de ello.
Más información l Turismo Ho Chi Minh City