Pocas veces las entrañas de la tierra contienen tanta historia al alcance de la mano. Todo un privilegio poder recorrer estas cuevas preservadas y acondicionadas para sentir parte de su pasado de una manera tan cercana. Es el caso de las Cuevas de los Cien Pilares de Arnedo, La Rioja, que han inaugurado la segunda fase de su complejo y nos recuerda que el momento de poder viajar está cada vez más cerca.
Nos situamos en el valle del Cidacos, donde se levanta un testimonio de la presencia humana de hace siglos en forma de cuevas excavadas en la roca arenisca. Unos recovecos que sirvieron a los pobladores de esta zona como refugio, como lugar de oración, como viviendas, como palomares, como herbolario...
El público podrá visitar un complejo rupestre recuperado para dar a conocer un valioso patrimonio que tiene su origen en la Edad Media, cuando la inseguridad en los valles obligó a sus habitantes a buscar refugio en un lugar seguro, dentro de la montaña. En la época tardomedieval pudo ser el Monasterio Rupestre de San Miguel.
La visita al complejo incluye también la visita al Centro de Interpretación de la Vida en las Cuevas, que repasa el modo de vida de cientos de familias arnedanas hasta mediados del siglo XX a través de cuevas vivienda o cuevas excavadas con fines económicos.
Esta zona por sus particulares características geológicas cuenta con centenares de cuevas, aprovechando al máximo todos los cerros y barrancos que la pueblan. En ellas se halla una gran diversidad de formas, tamaños, utilidades y épocas, incluso algunas están en la actualidad en uso.
Pero de entre todas destaca la Cueva de los Cien Pilares y el Monasterio de San Miguel, en el Cerro de San Miguel de Arnedo. Una enorme cantidad de cámaras y galerías que comunicadas entre sí han aprovechado al máximo el interior de esta colina, y cuyo nombre alude a las numerosísimas cavidades junto a los incontables pilares que en su interior sostienen los techos.
Ahora se puede recorrer parte de este laberinto tallado en la roca con la inauguración de la segunda fase, que cuenta con la ambientación decorativa, lumínica y sonora de varias estancias.
Allí se puede ver por ejemplo el escritorio de un monje mientras se escucha el sonido de su pluma sobre el pergamino; el lugar donde otro reza arrodillado rodeado de decenas de calaveras en los huecos de la pared; un herbolario donde nos envuelven los aromas de hierbas y plantas, el palomar...
Esta segunda fase conecta con la primera, que se inauguró en 2017, a través de una escalera de caracol que salva los 6 metros de desnivel entre ambas.
Después de una etapa de abandono, se han recuperado las cuevas de los Cien Pilares de Arnedo para la visita con todo lujo de detalles y esperamos muy pronto poder conocerlas de primera mano. Un maravilloso ejemplo de arquitectura rupestre que forma parte de los Caminos del Arte Rupestre Prehistórico. Os dejamos con sus imágenes.
Fotos | Arnedo.com
Vídeo | Youtube
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