Sólo por contemplar las playas de arena negra y los Reynisdrangur de Vík merece la pena viajar a Islandia. Están ubicadas al sur del país y se puede llegar desde Reykjavík en coche sin demasiadas complicaciones.
La localidad de Vík es muy tranquila. Como curiosidad, os contaré que es la población que queda más al sur de Islandia, y a la vez la más lluviosa del país, por lo que os recomiendo tomar medidas en forma de chubasquero o paraguas. Otra singularidad de Vík, es que pese a ser una ciudad costera no tiene puerto.
Pero el principal motivo para visitar Vík, son sus increíbles playas de arena volcánica negra y los Reynisdrangur, tres supuestos "trolls" gigantes de roca, que se han convertido en una de las imágenes más célebres de Islandia.
Estas tres rocas monolíticas, de hasta 66 metros de altura, fueron originadas por la erosión del fuerte oleaje del mar del Norte. Junto con el acantilado y la arena negra conforman un paisaje realmente insólito.
Pese a que todo tiene una explicación científica, los islandeses recurren a la mitología escandinava para explicar el origen de los Reynisdrangur. Por eso os dirán que son trolls convertidos en piedra tras ver la luz del sol.
En mi opinión, las playas de arena negra y los Reynisdrangur de Vík conforman uno de esos lugares en los que merece la pena madrugar o esperar un atardecer para inmortalizar un momento de belleza incalculable. Así es Islandia.
Imagen | Thomas Mauer En Diario del viajero | Skógafoss, una de las bellezas naturales de Islandia, Islandia: La cascada Seljalandsfoss desde su interior