Aún existen rincones en Europa que, lejos del turismo masivo, ofrecen la posibilidad de disfrutar de unas vacaciones inolvidables sin gastar una fortuna. Al ser poco conocidos, permiten descubrir paisajes sorprendentes, playas casi vírgenes y culturas auténticas, de momento, a precios que aún son asequibles.
Albania es una de esas joyas pendientes por descubrir. Considerado como uno de los países más baratos de Europa para viajar, este encantador rincón del continente ofrece un amplio abanico de posibilidades para planear unas vacaciones para todos los gustos gracias a sus impresionantes playas, a su gran patrimonio cultural y a una rica gastronomía que comparte similitudes con la española gracias a su fuerte influencia mediterránea.
Las playas de Albania: un paraíso mediterráneo desconocido
Albania es, sin duda, un destino ideal para los amantes del mar. La Riviera albanesa, a lo largo del mar Jónico, es un tramo espectacular de costa que rivaliza con los destinos más famosos del Mediterráneo, pero con una ventaja considerable: la tranquilidad y los precios bajos.
Ksamil es quizás la joya más conocida, con sus aguas turquesas y arenas blancas que parecen sacadas de una postal. Es el lugar perfecto para relajarse bajo el sol, disfrutar de un menú a base de marisco en uno de los restaurantes junto a la playa, o explorar las islas cercanas en bote.
Otra playa imprescindible es Dhërmi, con su arena suave y aguas cristalinas, que ofrecen un entorno perfecto para nadar y practicar deportes acuáticos. Himara, un pintoresco pueblo costero, es ideal para aquellos que buscan un ambiente más relajado y auténtico, con pequeñas calas y playas escondidas a lo largo de la costa.
Bunec es una de las playas menos conocidas por los turistas, ya que apenas tiene infraestructura para recibir visitantes, pero gracias a ello ofrece una playa casi desierta, con aguas cristalinas y la tranquilidad para huir del bullicio de otras más populares.
Sin embargo, si lo que se busca es rozar la exclusividad (al menos en cuanto a turistas se refiere), Gjipe es la playa perfecta para conseguirlo. Solo se puede acceder a ella en barco o a través de un camino de aproximadamente media a hora a pie, pero la recompensa merece la pena, ya que su arena blanca, aguas turquesas y la tranquilidad que se respira lo convierten en un verdadero paraíso escondido.
Otros sitios imprescindibles para visitar en Albania
Además de sus hermosas playas, Albania ofrece una amplia variedad de sitios históricos y naturales que merecen ser explorados:
- Butrinto: Este sitio arqueológico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ofrece un viaje fascinante a través de siglos de historia. Las ruinas de una antigua ciudad grecorromana, con su teatro, ágora y basílica, se encuentran rodeadas por un parque natural en el que se está potenciando el ecoturismo.
- Berat: Conocida como la "Ciudad de las Mil Ventanas", Berat es un testimonio viviente de la arquitectura otomana. Sus casas tradicionales de piedra blanca, encaramadas en la ladera de una colina, ofrecen unas vistas impresionantes del río Osum y el castillo de la ciudad.
- Gjirokastër: Otra ciudad patrimonio de la UNESCO, Gjirokastër es famosa por su impresionante castillo y sus bien conservadas casas de estilo otomano. Pasear por sus calles empedradas es como viajar en el tiempo.
- El Parque Nacional de Llogara: Es el sitio ideal para los amantes de la naturaleza y de actividades como el senderismo y los deportes aéreos. Aquí las montañas se encuentran con el mar, creando paisajes espectaculares que recuerdan en algunos puntos al norte de España.