Es curioso que no hayamos hablado todavía de él, porque sin duda se trata del plato más típico de Tailandia: el Pad Thai. Y es que, ¿quién ha viajado al país de las sonrisas que no haya llenado el estómago con esta deliciosa combinación de fideos de arroz y verduras al menos una vez?
Sus orígenes se remontan varios siglos atrás, pero no fue hasta la Segunda Guerra Mundial cuando el Pad Thai se convirtió en el plato nacional tailandés. En aquellos años la economía del país dependía en gran medida de la exportación de arroz, y fue una estrategia del primer ministro Luang Phibunsongkhram la que impulsó la elaboración de estos fideos con el objetivo de tener más cereal disponible para el comercio exterior.
Hoy día el Pad Thai es el plato más popular de Tailandia, y lo encontramos tanto en los mejores restaurantes como, sobre todo, en puestos callejeros donde lo cocinan en el momento y ante nuestros ojos.
Su ingrediente básico son los fideos de arroz de diferentes grosores que podemos combinar a nuestro gusto, salteados en un wok con tantos complementos como podamos imaginar: salsa de pescado, tamarindo, brotes de soja, cilantro, jengibre, col, zumo de lima… Por último, y como añadido estrella, huevo, pollo, tofu o gambas a nuestra elección, ¡o todo junto si nos apetece!
Pero ningún Pad Thai está completo sin ser condimentado adecuadamente. Para ello disponemos de varios recipientes con chili en polvo, aceite de chilis picantes, cacahuetes picados, ¡e incluso azúcar! Una combinación atrevida que no puede saber mejor.
Un plato de Pad Thai puede costar 30 bath en un puesto callejero o 60 bath si el carrito se encuentra en la calle Khao San. En los restaurantes el precio sube, pero si admitís un consejo, comedlo en la calle, ¡sabe mucho mejor!
Foto | Alpha
En Diario del Viajero | Tom Yum: la deliciosa sopa de Tailandia, El Gado-Gado: la ensalada de Indonesia