Sin la pomposidad de una inauguración por todo lo alto, sin influencers mostrando en redes sociales sus lujosas suites o espectaculares desayunos, y sin ningún tipo de promoción. Así abrió sus puertas el pasado 15 de noviembre el hotel 1,Place Vendôme, el primer proyecto hotelero del fabricante de joyas y relojes de lujo, Chopard.
Ubicado en París, en plena Place Vendôme -famosa por sus exquisitas tiendas de joyería, perfumes y regalos de alta gama-, el '1, Place Vendôme' es el concepto de "anti hotel"; una de las últimas tendencias en el mundo del marketing del lujo y que se caracteriza por la discreción.
La estrategia del silencio
El concepto del "anti hotel" se despliega con elegancia en este proyecto dirigido a una clientela selecta que busca exclusividad y privacidad. Lejos de campañas promocionales ostentosas, Chopard ha establecido contacto directo con agencias de viajes de alto nivel y ha limitado el acceso a su hotel a huéspedes habituales y clientes VIP.
Una de las cosas que más llama la atención de este concepto es el propio nombre del hotel. Y es que en lugar de optar por el nombre de la marca (que cualquiera identificaría de forma inmediata con el lujo y exclusividad), Chopard ha preferido escoger la dirección del edificio como nombre de su hotel: 1, Place Vendôme. Esta estrategia comercial es completamente opuesta a la utilizada por otras firmas de lujo como Bulgari o Armani, cuyos hoteles llevan el nombre de la marca.
Otro aspecto curioso es la ausencia de carteles que anuncien su presencia. Ubicado encima de la boutique Chopard, en la sexta planta de un edificio histórico, cualquiera podría pasar por delante de la sobria y discreta fachada sin intuir siquiera que tras sus grandes puertas azules se esconde uno de los hoteles más exquisitos de París.
La finalidad de la estrategia de silencio es clara: ofrecer un hotel semiprivado que permita a los ultra ricos del mundo disfrutar de un lujo tranquilo en un ambiente familiar.
La habitación más económica cuesta 1.500 euros por noche
El hotel Chopard es el resultado de la increíble remodelación de otro hotel que ocupaba antaño el mismo lugar. La reforma ha durado cuatro años y ha sido dirigida por el decorador y arquitecto de interiores, Pierre-Yves Rochon.
Para empezar, el cliente no va a encontrar una recepción convencional. En su lugar, un mayordomo les da la bienvenida en un vestíbulo con una monumental chimenea del siglo XVIII. El check-in se realiza discretamente en un pequeño escritorio en el segundo piso, donde también se encuentran los espacios comunes; desde una sala de estar, hasta la biblioteca y un salón secreto para fumar puros.
Cada habitación de este exquisito hotel tiene su propia personalidad. Las hay con paredes revestidas de bordados a mano, con increíbles muebles lacados, celosías de diseño asiático, candelabros de cristal o voluminosos doseles que nos recuerdan a Versalles. Nada se deja al azar en este pequeño hotel de ensueño al alcance de muy pocos.
En un mundo donde el lujo tranquilo y exclusivo se vuelve cada vez más valioso, el Hotel 1 Place Vendôme se presenta como una perspectiva nueva y emocionante para aquellos que buscan algo más allá de la hospitalidad tradicional; una joya discreta en el corazón de la Ciudad de la Luz.
Foto de portada | R Boed (Flickr CC)