Kiev es una de esas ciudades en las que tradición y modernidad se dan la mano, creando un contraste cuanto menos curioso. Y precisamente eso se pone en evidencia en este bonito time lapse, que sin embargo comienza de una forma gris y antiestética. La niebla sobre una ciudad poblada de zonas industriales y enormes edificios de viviendas soviéticos con poca personalidad dan paso a los monumentos más admirables que devuelven a la ciudad una colorida paleta de colores.
Las cúpulas doradas de la Catedral de Mikhailovsky o Monasterio de San Miguel llamarán nuestra atención combinadas con paredes blancas y azules. No faltan en nuestro paseo por la ciudad en este time lapse la Estatua de la Madre Patria, situada junto al Museo de la Segunda Guerra Mundial, la Catedral de Santa Sofía o el Teatro de la Ópera de Kiev, así como vistas del río Dniéper.
Con 2,8 millones de habitantes, Kiev es la capital de Ucrania desde que el país obtuviese su independencia de la Unión Soviética en 1991. Antes de eso, fue la tercera ciudad más importante de la URSS, aunque también vivió una época de gran prosperidad en el siglo XIX durante la revolución industrial del Imperio Ruso. Actualmente, es una de las capitales más importantes de la Europa del Este a nivel cultural e industrial.
Vía | Vimeo En Diario del Viajero | El estadio olímpico de Kiev