Cuando preparamos un primer viaje a la Toscana, y concretamente planeamos visitar Pisa, lo primero que se nos viene a la cabeza es su famosa Torre inclinada. Y muchas veces, ese es también nuestro último pensamiento, guste admitirlo o no.
Al menos eso fue lo que me ocurrió a mi cuando hace ya bastantes años visité por primera vez la ciudad italiana. Lo reconozco: llegué allí pensando únicamente en hacerme la clásica foto “a lo Hulk” sujetando la Torre. No conocía nada más.
Por eso me sorprendió llegar a la Piazza dei Miracoli y encontrarme tal conjunto monumental. En aquella primera visita no tuve tiempo de ver mucho más, pero la Plaza de los Milagros me llevó toda una mañana. Si, lo reconozco: una hora estuvo íntegramente dedicada a hacerme fotos con la torre, ¡tenía catorce años!
Para que no os suceda lo mismo, si vais a viajar por primera vez a Pisa y no sabéis qué os vais a encontrar, aquí os damos unas pistas.
La Catedral
Iniciada por Buscheto y construida entre los siglos XI y XII con el botín tras la victoria sobre los sarracenos, la Catedral de Pisa es un templo que conjuga elementos clásicos, bizantinos, lombardo-emilianos e islámicos. Su exterior está decorado con mármoles de diversos colores, mosaicos y objetos de bronce entre los que destaca su impresionante puerta, mientras que el interior se encuentra revestido de mármol blanco y negro y se sostiene por macizas columnas de granito. Además de las obras de arte que alberga, la Catedral de Pisa es una obra de arte en sí misma que requiere tiempo para ser admirada.
El Babtisterio
Dedicado a San Juan Bautista, el Babtisterio de Pisa es el más grande de Italia. De su exterior llama poderosamente la atención su cúpula troncocónica, mientras que su interior es bastante sencillo y apenas alberga elementos, exceptuando la pila bautismal, el púlpito y una escultura de bronce de San Juan Bautista, lo que explica en parte su buena acústica.
El Camposanto Monumental
Se trata de un cementerio amurallado construido, según dicen, sobre tierra santa traída de Jerusalén. Su interior alberga un gran número de sarcófagos y esculturas de la época romana y precristiana. De los frescos que decoran sus muros destacan la Crucifixión de Francesco Traini por ser el más antiguo y muy especialmente El Triunfo de la Muerte, sobre cuya autoría los expertos no llegan a un acuerdo.
La Torre Inclinada
Hemos dejado la famosa Torre para el final, aunque de ella podríamos estar hablando días enteros. Construida como campanario de la Catedral, la Torre de Pisa ha adquirido con los siglos identidad propia hasta convertirse en un símbolo de Italia. Tras una década de trabajos de mantenimiento, en 2001 la Torre de Pisa fue declarada oficialmente “estable”, al menos por los próximos tres siglos. Sus casi 56 metros de altura parecen menos cuando uno la tiene delante, pero eso no es impedimento para que todo el mundo trate de hacerse la mejor foto sujetándola o empujándola. Si ese es vuestro objetivo, ¡preparaos para competir con turistas de todo el mundo llegados a Pisa sólo para verla!
Foto | Wikimedia Commons, Szilvia Németh En Diario del Viajero | La torre más inclinada del mundo no está en Pisa, Turistas en Pisa: la foto