En tiempos de crisis, siempre alguien acaba saliendo beneficiado. Mientras que las expectativas de reservas para el próximo verano todavía están en compás de espera y aguardarán hasta último momento para concretarse, los destinos europeos de playa tradicionales como España, Portugal o Grecia parecen perder fuerza para abrir paso a nuevos destinos mediterráneos más baratos.
Turquía, Egipto, Túnez y Bulgaria se perfilan como los principales competidores de España para las próximas vacaciones de verano debido en gran parte a la depreciación de la libra esterlina, el rublo ruso y otras monedas, lo que hace perder competitividad a los destinos de la zona euro.
Los turistas, principalmente los alemanes e ingleses, parecen decantarse por estos destinos emergentes para el verano y más concretamente por la modalidad de alojamiento en complejos all inclusive (todo incluido) en los que pueden tener el gasto más controlado.
Todo indica que este verano veremos menos guiris tumbados al sol en las playas españolas mientras que al otro lado del Mediterráneo se preparan para recibir y encantar a los turistas.
Vía | Hosteltur Foto | Flickr-afanc