Cuando alguien me pregunta cuál es el edificio religioso más impresionante que he visitado, nunca puedo decir uno sólo, pero siempre incluyo en la lista la Basílica de Fourvière de Lyon que domina la colina del mismo nombre en la ciudad francesa.
La basílica, construída por el arquitecto Pierre Bossan en honor a la Vírgen María entre 1.872 y 1.896, puede engañar desde fuera, porque tiene un aspecto sobrio que, si bien no se puede decir que sea feo, no destaca respecto a otras construcciones. Pero no te dejas engañar y pasa a su interior, porque es ahí donde empieza "lo bueno".
El interior de la Basílica de Fourvière, de inspiración bizantina, es todo un homenaje a la opulencia. Y aquí radica su atractivo, porque puedes pasarte minutos con la boca abierta mirando sus vidrieras, estatuas y, principalmente, sus preciosos mosaicos. Es un auténtico museo.
Además, desde la colina de la basílica, que por cierto es patrimonio de la Unesco desde 1.998, podrás ver unas vistas panorámicas impagables de toda la ciudad de Lyon. Y como podrás imaginar, si hablamos de colina, es que está en lo alto de la ciudad, en el viejo Lyon, por lo que si no quieres darte una paliza subiendo escalones, no descartes el funicular que te lleva.
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Foto | Gimli_36
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