La basílica a la que no dejaron ser catedral: San Petronio en Bolonia

La basílica a la que no dejaron ser catedral: San Petronio en Bolonia
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La Piazza Maggiore de Bolonia nos cautiva con su mezcla de edificios históricos y de gentes que la recorren, tanto turistas curiosos que no dejan de fotografiar el entorno como ciudadanos con prisa por llegar a sus clases o a sus trabajos. Un lugar con el sabor de lo auténtico, de lo vivo, fiel reflejo de una Bolonia vibrante.

Nos hemos detenido en varios de sus atractivos, como el Palazzo d’Accursio o la Fuente de Neptuno, pero no podíamos dejar pasar la Basílica de San Petronio, que destaca en la plaza con su peculiar fachada incompleta que mezcla colores. La basílica a la que no le dejaron ser catedral.

El imponente edificio fue empezado a construir en el siglo XIV dedicado a San Petronio, que es el santo protector de la ciudad. Fue remodelado tras la Segunda Guerra Mundial, y es un ejemplo de arquitectura gótica francesa.

En 1390 el ayuntamiento encargó a Antonio di Vincenzo los trabajos de edificación de una gran catedral en estilo gótico, que según las primeras intenciones hubiera debido sobrepasar a la Basílica de San Pedro, en Roma. Pero el proyecto fue bloqueado por voluntad papal. Las obras duraron varios siglos.

San Petronio Bolonia
San Petronio desde la Torre Asinelli

Sus dimensiones nos hacen pensar que es la Catedral de la ciudad (132 metros de largo por 60 de ancho, y una altura de la cúpula de 45 metros) en concreto es la quinta iglesia más grande del mundo. Preguntamos a un vigilante que amablemente nos explica que a San Petronio no la dejaron ser catedral y se ha quedado en ese “rango inferior” de basílica (aunque es una cuestión de títulos, ya que en ocasiones una basílica también puede ser catedral).

Parece ser que cuando la construyeron destacó como uno de los templos cristianos más hermosos y grandes de la península itálica. Tanto, que se consideró que rivalizaba con San Pedro del Vaticano, por lo que se consideró que una buna manera de “bajar los humos” de la nueva iglesia sería que se quedara en basílica, con el consiguiente desacuerdo de los boloñeses.

Finalmente es la Catedral Metropolitana de San Pietro (San Pedro) el lugar de culto principal de la ciudad de Bolonia e iglesia madre de la Arquidiócesis, donde se sitúa la "cátedra". Pero volvamos a nuestra basílica sin cátedra.

El embellecimiento de la fachada de San Petronio ha sido interrumpido varias veces a lo largo de su historia y de hecho nunca se encontró una solución definitiva, lo cual da ese aspecto peculiar, ya que hoy en día la fachada permanece todavía incompleta. La parte de abajo está cubierta por bloques de piedra claros, mientras que la parte alta es de piedra marrón sin embellecer.

A pesar de que en nuestra visita a Bolonia una parte lateral de la fachada de la iglesia estaba medio oculta debido a unas obras de remodelación, desde un primer momento llama la atención esa luminosidad de las grandes piedras que la componen en su base, rosadas, blancas y grises, que reflejan intensamente el sol y parece que iluminan parte de la Piazza Maggiore.

Basílica de San Petronio

El interior de la Basílica de San Petronio es digno de contemplar. La entrada es gratuita, por lo que pudimos introducirnos en el templo en un par de ocasiones. Allí se mezcla la contemplación de los fieles en las capillas laterales con el discurrir silencioso de los visitantes que admiran las vidrieras policromadas, el coro de madera del Quattrocento de Agostino de' Marchi, los dos órganos monumentales, el ciborio del altar mayor...

Desde el año 2000 alberga las reliquias del santo patrón Petronio, hasta entonces conservadas en la basílica de Santo Stefano. También destacan el Matrimonio místico de Santa Caterina de Filippino Lippi, una Virgen y Santos de Lorenzo Costa el Joven, una Piedad de Amico Aspertini...

Como curiosidad, en su suelo se puede ver una gran meridiana que dice ser la más grande del mundo y en la que se puede observar el mediodía solar si las nubes no lo impiden.

Todo nos hace ver en la Basílica de San Petronio de Bolonia una hermosa Catedral, aunque no le hayan dejado obtener dicho “estatus”. Entendemos por qué se pensó que era un edificio que podía rivalizar con las grandes catedrales y contemplamos, con más admiración si cabe, todos sus detalles.

Fotos | Eva Paris
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