La costa Adriática leva años despuntando por sus maravillosos pueblos y sus playas vírgenes, muchas de ellas, vendidas al turismo internacional como el mediterráneo más auténtico y preservado. No obstante, hay un pequeño país cuya costa no supera los 50 kilómetros pero que guarda tesoros como el que hoy os descubrimos. Hablamos de Eslovenia y en concreto del bello pueblo de Piran.
Piran es una de las muchas ciudades y pueblos monumentales que pueblan la costa adriática, pero de bien seguro, se trata de la más bella de las que podemos encontrar en Eslovenia. Su marcado estilo veneciano (Piran fue parte de su imperio hasta el siglo XVIII) la convierte en especial e única en toda la zona.
Tan fácil es escuchar tanto italiano como esloveno, pues la influencia del país vecino es muy fuerte en toda Eslovenia y sobre todo en la parte occidental, la más próxima a Italia. Y no sólo en la lengua se nota esta influencia: en Piran es igual de fácil encontrar pizza y pasta en los menús que hacerlo en la vecina Venecia.
El corazón del pueblo es la bella plaza de Tartini, en honor al compositor esloveno Giuseppe Tartini, nacido en Piran en el año 1692. A partir de dicha plaza, uno puede ascender hasta la Iglesia de San Jorge, en lo alto de una colina frente al mar. Desde allí las vistas a todo el casco histórico y al mar son excepcionales.
Pero para los que con éstas no tengan suficiente, sólo les hará falta caminar unos metros más hasta las antiguas murallas de la ciudad, desde donde en un día claro podrán divisarse las altas cimas de los Alpes italianos tras la línea de la costa del Adriático. El espectáculo es sinceramente sublime.
Por la noche, Piran se convierte en un apacible lugar en el que cenar a la luz de la luna en alguna de sus muchas terrazas al aire libre que durante el verano se despliegan por sus paseos, principalmente por el que va continuo a la línea del mar frente al puerto recreativo. La tranquilidad es la reina de la noche.
Para quienes quieran algo más de marcha, lo tienen bien fácil: justo el pueblo vecino de Piran, Portoroz, es un gran centro turístico de lujo que despunta por su enorme cantidad de casinos y salas de juego. Por ello, se ha convertido en el lugar más frecuentado por el turismo tanto nacional como internacional de toda la costa de Eslovenia.
Llegar a Piran es relativamente fácil desde cualquier punto de Eslovenia. La ciudad más importante más cercana és Koper, o Capodistria en su nombre italiano. Hacia y desde esa ciudad salen continuos trenes y autobuses a Ljubljana, la capital del país. Para llegar a Pirano, tan sólo habrá que coger alguno de los frecuentes autobuses de línea que recorren la costa eslovena, pero eso sí, recordad que acaban sus recorridos temprano en la noche.
Imágenes | Simonetta Di Zanutto En Diario del Viajero | Diez destinos de playa en Europa del Este En Diario del Viajero | Turismo activo en Eslovenia