En la ciudad alemana de Desdre encontramos una construcción palaciega llamada Zwinger muy interesante de ver. Se trata de una de las principales atracciones de la ciudad junto con el edificio de la ópera, el Semperoper, y la plaza Postplatz y sus iglesias.
El Palacio Zwinger lo componen una serie de edificios dispuestos en torno a una amplia plaza central, los cuales albergan diferentes museos y exposiciones. Es muy agradable pasear por su explanada, así como subir a sus terrazas desde donde tenemos una buena visión de todo el conjunto monumental.
Este espacio polivalente permite distribuir a los visitantes a través de su variada oferta de espacios de exposiciones permanentes con temáticas de diversa índole: la Colección de Porcelana, la Cámara de las Armas, el Salón de las Matemáticas y la Física, el Museo de los Animales y la Pinacoteca de los Antiguos Maestros.
Éste último es, sin lugar a dudas, el más importante espacio museístico del Palacio Zwinger. Con colecciones adquiridas por Augusto II y Augusto III de Polonia en el siglo XVIII, la Pinacoteca de los Antiguos Maestros expone alrededor de 700 pinturas que van desde el Renacimiento al Barroco. Aquí encontraremos pinturas de autores italinanos como Rafael, Tiziano y Canaletto; alemanes como Durero; holandeses como Rembrandt y Vermeer; españoles como Murillo, El Greco y Velázquez; y también pintores flamencos como Jan van Eyck o Rubens.
El nombre de este monumento, Zwinger, alude a la denominación que se daba en alemán al muro exterior de las fortalezas por los que se hacía la ronda. Y aunque las características del edificio son más lúdicas, propias de un palacio, sí conserva la estructura y disposición de una fortaleza anterior que ocupaba el lugar.
Su origen data del año 1711, fecha en que fue construido por los arquitectos Matthäus Daniel Pöppelmann y Balthasar Permoser bajo el estilo barroco. Usado inicialmente como invernáculo de naranjos, el príncipe Augusto el Fuerte (Augusto II) fue quien más uso le dio, celebrando aquí fiestas para las clases altas. Con los años, fue ampliándose, siendo del siglo XIX la galería que se convertiría en galería de pintura.
Sin embargo, al igual que pasa con la mayor parte de los edificios históricos de la ciudad de Dresde, el Palacio Zwinger fue gravemente dañado durante la Segunda Guerra Mundial, concretamente en el Bombardeo de Dresde de 1945. Entre los años 1951 y 1963 se llevarían a cabo las labores de reconstrucción de lo que quedó del Palacio Zwinger, añadiendo algunas partes como el Kronentor.
El Kronentor es la puerta de la corona, situado en el lado oeste del conjunto. Es la puerta más conocida del Palacio Zwinger, muy bonita por su foso con agua y por la gran corona que la domina, que es una reproducción de la corona real polaca. Otras zonas del Palacio Zwinger que reciben los flashes de los turistas son el Pabellón del carrillón –llamado así por su reloj de carrillón- y la Fuente de las Ninfas.
Fotos | Álvaro Onieva
En Diario del Viajero | Guía de cicloturismo en Alemania