Muy cerca de la capital eslovaca, a exactamente 28 kilómetros del centro de Bratislava, se levanta uno de los castillos más interesantes de la región. El Castillo de Devin se sitúa exactamente en el punto en el que los ríos Danubio y Moravia se juntan, y por lo tanto, en el punto en el que ambos trazan la línea imaginaria que sirve de frontera entre Eslovaquia y Áustria.
El castillo fue construído aproximadamente en el siglo IX, pero fue reconstruyéndose a lo largo de los siglos hasta que en el siglo XV se dejó tal y como lo podemos encontrar hoy en día. Su localización fue esencial para controlar todos los barcos que surcaban el Danubio, entonces una gran vía comercial que permitía unir diversas naciones europeas.
En la actualidad, a los pies del castillo se encuentra un pequeño museo con explicaciones detalladas sobre lo importante de su papel en el desarrollo de la ciudad de Bratislava, así como con ilustraciones e imágenes del mismo a lo largo del tiempo.
Se trata de una visita muy fácil de hacer si nos encontramos en la ciudad de Bratislava: desde el mismo centro salen muy frecuentemente varios autobuses que en poco más de 20 minutos hacen el recorrido hasta los pies del castillo. Así que no dudéis en añadir a vuestro itinerario por Bratislava (una ciudad fantástica ya de por si) medio día para conocer algo más de la historia de Eslovaquia.
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