Pisar Francia es pensar en buena comida. La gastronomía francesa nos tiene acostumbrados a grandes platos, a recetas magistrales. En Bretaña he tenido la oportunidad de probar dos versiones de algo tan tradicional como las crêpes y las galettes.
Las crêpes son mas o menos conocidas en todo el mundo. Una masa líquida a base de leche, harina y huevo, cocida en una plancha formando un disco muy delgado, que se rellena con lo que te imagines.
Las crêpes siempre son dulces, al menos en territorio francés. Las hay de todo tipo de ingredientes y me quedo con las que incluyen almendras, crema chantilly y fruta caramelizada como la crêpe à l'Iroise (foto) con bananas (el recuerdo me trae el sabor de ese chocolate derretido mmm). Es muy usual encontrar crêpes en los desayunos típicos de hotel.
Las galettes son algo similar, pero hechas con harina de trigo negro o trigo sarraceno, conocido aquí como blè noir. La masa resulta mas oscura, igualmente tierna y sabrosa. Las galettes son siempre saladas y también pueden rellenarse con los mas diversos ingredientes.
Recuerdo especialmente la que aparece en la foto, galette Goulue que esconde bajo sus pliegues abundantes patatas, queso emmental derretido, salsa con mostaza, ciboulette, lechuga y andouille de Baye (un embutido de cerdo típico de la región).
Ya sabes, si vas a Bretaña no puedes dejar de probar sus tradicionales crêpes y galettes.
Fotos | María Victoria Rodríguez En Diario del Viajero | Bretaña