Los faros tienen un magnetismo especial. Ejercen en mí, y en muchos viajeros, una especial atracción gracias a su estoica presencia, sus historias y el espíritu solitario que despiertan. En este caso, hoy con Diario del Viajero viajamos a Baleares para conocer uno de sus faros mas singulares.
Portopí es el tercer faro en funcionamiento más antiguo del mundo, después de la torre de Hércules en la Coruña y la “Lanterna” de Génova. Ubicada en el barrio de Portopí de Palma de Mallorca, es una torre cuadrangular de piedra, con una altura de 38 metros y emite un grupo de dos destellos de luz cada 15 segundos.
El faro de Portopí es un faro histórico que ya aparece citado en un documento del 12 de septiembre del año 1300, como parte del codicilo incluido en el testamento del Rey Jaime II de Mallorca, conservado en la Biblioteca Nacional de París.
El primitivo faro no se hallaba en el lugar actual, sino sobre la loma ocupada hoy por el Fuerte de San Carlos, el cual se acabó de construir en 1612. Lamentablemente, los disparos de los cañones del fuerte destruían los cristales de la linterna del faro por lo que tuvieron que trasladarlo.
Esta "mudanza" fue en 1617 y desde entonces el faro se halla situado sobre la Torre de Señales, llamada así ya en el siglo XV por la función que tenía incluso antes de convertirse en faro, mediante la colocación de bolas que indicaban la procedencia y número de los barcos que entraban al puerto. Posteriormente se utilizaron banderas para dicha señalización, trabajo que han desempeñado los denominados “vigías” hasta 1971.
Los antiguos faros en Baleares utilizaron aceite de oliva como combustible hasta 1883. El de Portopí cambió este aceite por parafina en 1893, cuando se sustituye su linterna original de madera por una de estructura de metal. En 1918 fue electrificado y en 1927 se volvió a cambiar la óptica por una catóptrica (de reverberos), siendo actualmente el único faro español que ilumina con una de estas características.
Dejó de funcionar el 24 de agosto de 1972 cuando se apagó su luz. El crecimiento del puerto y la moderna red de balizamiento para señalizar el acceso al puerto, hicieron su trabajo innecesario.
Sin embargo, dada su importancia histórica que le ha valido ser declarado Monumento Histórico-Artístico, el 1 de abril de 1977 volvió a encenderse.
En su interior está instalada una exposición permanente de señales marítimas y linternas, la cual puede visitarse mediante cita previa solicitándola al mail: fardeportopi@portsdebalears.com. Esta exposición está abierta al público los lunes, miércoles y viernes entre las 10 y las 13.30 horas. Hay que tener en cuenta que durante el mes de agosto, cuando mas gente acude a la isla de Mallorca, esta exposición está cerrada.
Foto | Shemsu.Hor En Diario del Viajero | Mas sobre faros