Hay dos tipos opuestos de turista: el típico mochilero que va con el presupuesto cuadrado al milímetro, y el que no mira los precios cuando está de vacaciones. Para los segundos, algunas ciudades ofrecen todo tipo de tentaciones: restaurantes, tiendas, atracciones, hoteles, experiencias exclusivas…
La lista para divertirse, cuando se tienen muchos ceros en la cuenta, es muy larga, solo hay que saber escoger los lugares adecuados. La última investigación del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) recoge cuáles son los más destacados en función del gasto que hicieron los viajeros internacionales en 2022.
En esta selección de 10 destinos mundiales, una ciudad española aparece en el séptimo puesto, por delante de Nueva York, Singapur y París. Hablamos, cómo no, de Barcelona, que últimamente se está colando en todos los rankings.
Barcelona, la nueva capital del lujo
Basta dar un paseo por L’Eixample, para tropezar con un montón de locales de restauración y comercios que parecen decir en la puerta “deposite su riñón aquí antes de entrar".
El año pasado, los visitantes internacionales dejaron en la Ciudad Condal 12,73 mil millones de dólares. Y, aunque ser un turista normal tampoco resulta barato (solo la entrada a la Sagrada Familia ya cuesta 26 €), hacen falta cuentas bastante abultadas, para llegar a cubrir una cantidad así.
En la discoteca Sutton, por ejemplo, puedes reservar una mesa VIP desde 300 € y pedir una botella de champagne Louis Roederer Cristal Jeroboam por 7.000 €.
También tienes la opción de reservar una noche en la Royal Penthouse del Majestic, la mejor suite del planeta, por 18.000 € o pasar una tarde de shopping en las tiendas de moda exclusivas de Paseo de Gracia. Según cuenta una de las firmas italianas allí instalada, con la presencia de los turistas la recaudación puede llegar a multiplicarse por tres y superar los 100.000 euros en un solo día.
A pesar de los problemas de inseguridad, los viajeros de alto poder adquisitivo se sienten cómodos en Barcelona. Con una media de 45 años, gastan un promedio de 600 € al día y pagan más de 500 € por noche de hotel. Tienen para elegir, el 15 % del total de los alojamientos de la ciudad es de 5 estrellas o gran lujo. Y para comer, hay 30 restaurantes con Estrellas Michelin.
Como dice el refrán, “Barcelona és bona si la bossa sona” (Barcelona es buena si la bolsa suena). Aunque no hay que olvidar la segunda parte: “Tant si sona com si no sona, Barcelona és bona” (Tanto si suena como si no suena, Barcelona es buena). Desde luego, el que no se consuela, es porque no quiere.
Portada | Ian Kelsall - Unsplash