En Zamora se encuentra el mayor lago de origen glaciar de la península ibérica, más de 300 hectáreas en un increíble paisaje modelado en el Cuaternario que ha dado lugar a numerosas historias, sueños e interpretaciones. Sanabria es un lago de leyenda y se entiende al asomarnos a sus aguas.
Un paisaje que estremece si amenazan las nubes cubriendo de gris el lago y el bosque, como tuve la oportunidad de ver hace un tiempo. Un lago del que podríamos ver salir algún espíritu de ojos verdes o algún dragón acuático.
La comarca de Sanabria dio su propia interpretación desde hace siglos al lago. Con versiones que difieren en ocasiones, pero que dan su explicación al nacimiento del espectacular lago.
La leyenda más conocida del lago de Sanabria es aquella que cuenta cómo llegó a la aldea de Villaverde de Lucerna un peregrino pidiendo limosna, al que nadie hizo caso.
Solo unas mujeres que estaban cociendo pan en el horno del pueblo se apiadaron de él, le dieron cobijo y alimento. Y tuvieron suerte, porque de otro modo hubieran perecido. Resulta que el hombre era Jesucristo y en un arranque de venganza (por cierto, poco acorde con el espíritu cristiano) decidió arrasar con el pueblo.
El castigo que iba a implantar al pueblo ante su falta de caridad era inundarlo. El peregrino clavó su bastón en el suelo diciendo:
Aquí clavo mi bastón aquí salga un gargallón aquí cavo mi ferrete que salga un gargallete.
La villa legendaria de Villaverde de Lucerna quedó inundado porque el agua empezó a brotar imparable. Tan solo se salvó de las aguas el horno, ubicado en la pequeña isla que podemos ver en el lago de Sanabria.
En la noche de San Juan, es posible que escuchemos desde el fondo del lago el tañido de una campana que nunca pudo ser rescatada de la torre de la iglesia inundada, según la leyenda.
La leyenda del lago de Sanabria tiene sus orígenes en el Códice Calixtino, en uno de cuyos libros se menciona el pueblo de Valverde que se relacionaría en la Edad Media con esta zona de Zamora, probablemente gracias a los monjes cistercienses del Monasterio de San Martín de Castañeda, dueños del lago entonces.
No es de extrañar que leyendas similares expliquen el origen de otros muchos lagos europeos, ya que el Códex fue ampliamente difundido en círculos cultos de todo el continente. Aun así, nos encanta conocer cómo la imaginación adapta a cada paisaje su propia versión... ¡Paisajes qu eno podemos dejar de conocer!
Fotos | Jesús Solana y Feans en Flickr-CC En Diario del viajero | Los diez lagos más extraordinarios del mundo