El renacer de un paisaje: la laguna del Cañizar, Teruel
Con ganas de sumergirnos en la naturaleza, hoy conocemos uno de los grandes atractivos naturales de la provincia de Teruel: la laguna del Cañizar, entre los municipios de Cella y Villarquemado. Estamos en uno de los humedales de agua dulce más extensos del interior de España.
Comenzamos un agradable paseo que empieza en el centro de recuperación de fauna silvestre y observación ambiental “El Cañizar” para ver parte de este gran humedal, que ha sido objeto de un importante proyecto de recuperación en los últimos años.
Y no ha sido un trabajo sencillo ni falto de polémica. En el siglo XVIII ya era uno de los humedales de agua dulce más extensos. Y esto a pesar de los repetidos intentos, ya desde el siglo XIII, autorizados por reyes como Pedro III o Jaime II, para canalizar el agua. Y así poder roturar y regar los prados.
El rey Fernando VI culminó esta acción cuando, en 1742, dictó unas Reales Ordenanzas, en las que ya aparece documentado el drenaje total de la laguna. Con esto se pretendía obtener un doble objetivo: ganar terrenos para los cultivos de la comarca y evitar focos de infección y transmisión de enfermedades transmitidas por la picadura de mosquitos, como el paludismo. Y así se mantuvo durante casi tres siglos.
La recuperación de la laguna se inicia en los primeros 2000. Se pretendía no solo recobrar el agua para el humedal, sino también impulsar la zona y poner en valor el entorno. El resultado ha sido tal que en 2012 se pudo realizar una ruta fluvial, con una barca traída desde la Albufera de Valencia, entre Villarquemado y Cella, invirtiendo poco más de una hora en realizar el recorrido.
En el proceso de inundación las aguas se extendieron rápidamente cubriendo en unas pocas semanas las 380 hectáreas inundables de la nueva laguna. En el margen occidental otras 115 hectáreas se transformaron en prados húmedos, aportando mayor diversidad de ambientes y paisajes al humedal.
La riqueza medioambiental hace que la laguna del Cañizar sea un espacio calificado como Humedal Singular de Aragón, aunque los intentos de incluirlo en una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) han topado con la oposición de algunos vecinos y agricultores.
El renacer de la naturaleza: fauna y flora en la laguna del Cañizar
En la actualidad la laguna cuenta con varios puntos para la observación y el estudio de la fauna, así como con una red de canales navegables. El centro de recuperación de fauna silvestre y observación ambiental es el punto de partida de este espacio, con servicio de guías y actividades de educación ambiental.
Allí, en un recorrido por las especies que pueblan la zona, estamos los seres humanos como una más. Una que puede hacer daño al entorno, lo que nos recuerda nuestra responsabilidad en el cuidado medioambiental.
Así, sin subir el tono ni alterar los senderos, nos acercamos al agua, donde enseguida vemos fochas, patos, garzas y ánades reales. A lo lejos, vacas y caballos. Y sobre nuestras cabezas, distintos tipos de rapaces. Es un día de otoño tranquilo, soleado y cálido.
Y prometemos volver en invierno, cuando a menudo la laguna se hiela, para observar los cambios los sonidos, colores y olores... No en vano estamos en el considerado el triángulo del polo del frío de España, en el triángulo geográfico Teruel-Molina de Aragón-Calamocha, donde se han registrado las temperaturas más bajas de la red meteorológica oficial en zonas habitadas. Aunque esto no es impedimento para la vida salvaje.
Desde que en el invierno de 2008 volviera a inundarse buena parte de la laguna, la naturaleza volvió a su curso y se han observado más de 200 especies de aves, algunas en grandes bandadas, como las grullas y otras, en peligro de extinción, más pausadas: garcilla cangrejera o avetoro.
Entre los mamíferos destaca la presencia de garduña, gineta, zorro, corzo, jabalí, nutria, rata de agua... Los vertebrados más numerosos son los anfibios (con ocho especies diferentes) y entre los peces sobresale una pequeña especie endémica, la bermejuela.
Tras la recuperación del lecho inundado y los nuevos canales, ha aumentado en la laguna del Cañizar la vegetación acuática, los carrizales, los juncales y los prados húmedos. Hay prados salinos, chopos, sauces, morenas, sargas, aneas...
Y en primavera resurge el verde y algunas pinceladas de color con el amarillo de lirios y ranúnculos, blanco de saúcos y majuelos, rosas de fumarias y rosales silvestres... En verano podremos recolectar moras en los alrededores.
En nuestro recorrido por la provincia de Teruel merece la pena hacer una parada en la laguna del Cañizar, muy cerca del castillo de Peracense y de la Sierra de Albarracín, entre otros atractivos de la zona. Y en cualquier época del año. ¡Buen viaje!
Foto portada | Miguel Hinojosa Instagram