Han pasado casi dos semanas desde que el Ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció una posible denuncia ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hacia Ouigo a quién acusa de competencia desleal.
Esto tiene lugar en mitad de una guerra de precios bajos con el fin de conseguir el mayor número de clientes que se disputan la compañía nacional Renfe, la francesa Ouigo y también, la italiana Iryo, que empezaron a operar entre el 2021 y el 2022, ofreciendo billetes a precios de entre 20 y 30 euros en trayectos en los que la compañía española pide entre 50 y 60 euros.
En este sentido, desde el Gobierno, Puente considera que la compañía está cometiendo "dumping" (es decir, vender los billetes por debajo de su precio real) y, además, les acusa de que las demás compañías de alta velocidad trabajen a pérdidas.
En cuando a datos, Renfe se ha visto obligada a rebajar sus billetes hasta un 40 por ciento en algunos corredores, lo que está suponiendo pérdidas para la empresa. Según los datos de la CNMC, el precio medio por trayecto durante el último trimestre del 2023 entre Madrid y Barcelona era de 37,43 euros en Ouigo, de 43,10 euros por billete en Iryo, de 43,88 euros en AVLO (la compañía pública de bajo coste) y de 62,39 euros en los AVE de Renfe.
Ante esta situación, la única opción que le quedaría a Ouigo para librarse de la denuncia sería subir los precios de sus billetes, aunque no es seguro que la CNMC le dé la razón al Gobierno, ya que, como autoridad competente, cuenta con su propia metodología para estimar el coste directo y los test que se aplicarán para supervisar los recargos.
Revisión por parte de la CNMC
La CNMC es la autoridad competente para supervisar los cánones y ha adoptado una comunicación sobre los principios y criterios que marcarán su actuación. Este proyecto de comunicación se sometió a consulta pública entre octubre y diciembre de 2023.
Los cánones se componen principalmente de dos partes, el canon propiamente dicho, que debe reflejar los costes variables con el tráfico ferroviario (coste directo), y el recargo, que puede añadirse, sólo cuando el mercado puede aceptarlo, para recuperar otros costes asumidos por los administradores de infraestructuras.
El coste directo calculado por Adif y Adif AV es muy superior al calculado por otros administradores europeos. La CNMC ha desarrollado un modelo econométrico, que sigue los estándares internacionales, para su correcta estimación. Así se obtienen unos cánones comparables a los de los países de nuestro entorno.
En relación con los recargos, la Comunicación requiere, de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE, que se justifiquen con un análisis de mercado. La CNMC aplicará dos pruebas para supervisar la legalidad de los recargos de los administradores de infraestructuras.
En cuanto al test de eficiencia, evaluará si el reparto entre los diferentes segmentos del mercado ferroviario del coste a recuperar mediante los recargos es eficiente. Es decir, que aquellos segmentos con una demanda menos sensible al precio soportan una mayor proporción de los costes que aquellos con una demanda más sensible al precio.
El test de mercado garantizará que los recargos no reducen la demanda de los segmentos, salvo circunstancias excepcionales como la que se dio en la pandemia de covid-19. Además, en la primera revisión de los cánones tras la adopción de la Comunicación, se comprobará si los recargos permitirían a un operador eficiente medio ofrecer de forma rentable los servicios necesarios para satisfacer la demanda de movilidad óptima de cada segmento, determinada en el estudio de mercado que deben elaborar los administradores de infraestructuras.
Pero entonces, ¿puede el Gobierno obligar a Ouigo a subir los precios de sus billetes? No directamente, pero si la denuncia del Gobierno finalmente sale adelante, y la CNMC da el visto bueno a subir los precios, podría ser el principio del fin de los billetes baratos para los trayectos de larga distancia en España.
FOTO DE CABECERA | ERIC SALARD / FLICKR