Situado en la carrera del Darro, una de las calles más visitadas de Granada, encontramos los baños árabes de El Bañuelo, testimonio de los veintiún baños que existieron en la ciudad en época árabe, de los mejores conservados de todo el al-Andalus y el edificio civil más antiguo de la ciudad. Estos baños son conocidos también como Baños del Nogal (Hammam al Yawza) o Baños de los Axares, en alusión al nombre que tenía el barrio cuando se construyó: Barrio de los Axares –de la Salud o Deleite.
Durante muchos años, El Bañuelo ha sido propiedad privada y sólo se abría unos pocos días al público y con horario limitado. Sin embargo, actualmente está abierto todos los días en horario de 9:30 a 14:30 y de 17:00 a 21:00 con entrada gratuita. Accedemos a los baños a través de una casa de época cristiana, desde la que se accede a la antigua vivienda del guardián y al vestíbulo (equivalente al apodyterium romano) que da paso a las que fueron las tres estancias termales: una fría, una templada y otra caliente.
Historia de El Bañuelo
El Bañuelo se construyó en siglo XI, en la época del rey zirí Badis y siendo costeado por el visir judío Samuel Ibn Nagrela, y de él destacan sus bellas bóvedas con claraboyas cuya función era facilitar la ventilación y regular la climatización de las salas. Tras la conquista cristiana empieza la decadencia de los baños árabes en al-Andalus, y dejarán de utilizarse por completo en época de Felipe III. La que la mayoría fueron destruidos o modificados, razón por la que pocos han llegado a nuestros días. En el caso de El Bañuelo, se construyó en él un lavadero público.
No sería hasta el siglo XX cuando el arquitecto Leopoldo Torres Balbás tramitó su expropiación y lo restauró (1928-1932), eliminando el lavadero de la sala principal y poniendo mármol en el suelo, entre otras actuaciones para su recuperación. Actualmente tiene la consideración de Bien de Interés Cultural.
Arquitectura de los baños árabes de El Bañuelo
El recinto tiene planta rectangular dividida en varias dependencias. El vestíbulo cubierto con bóveda de cañón y claraboyas da acceso a la sala de refresco, de forma alargada y en cuyos extremos se encuentran pequeñas alcobas abiertas con arco de herradura geminado.
Entramos después a la Sala central, la más grande de los baños de El Bañuelo, que a diferencia de otros baños de la época consta de tres galerías que rodean la estancia principal, separadas por arcos de herradura que descansan en columnas con capiteles y cimaceos. Es, sin duda, la sala más bonita del complejo y la que mejor nos transporta a la época. La bóveda esquifada con lumbreras octogonales dejan pasar la luz de una forma casi mágica.
Por último llegamos a la que fuera la sala caliente. Ésta tiene en su muro central tres arcos de medio punto con sendos huecos: los laterales eran baños individuales y el central albergaba la caldera de agua caliente.
Los baños árabes de El Bañuelo son una visita imprescindible en Granada que dan testimonio de su rico pasado.
Fotos | Se me pasa el arroz
En Diario del Viajero | Los baños árabes de al-Andalus