Se suele decir que el Camino de Santiago empieza en la misma puerta de la casa del peregrino, y por eso hay tantos caminos como personas peregrinan a Santiago de Compostela. Sin embargo, también puede afirmarse que hay tres "caminos" que son los más conocidos y seguidos. El más popular es el Camino Francés, el más tradicional, que arranca en la localidad francesa de Saint Jean Pied de Port. El siguiente que más fama ha ganado en los últimos tiempos es el Camino del Norte, que empieza en Hendaya y sigue la costa cantábrica.
Y luego hay un tercero, también bastante popular pero, hasta ahora, menos masificado que los dos anteriores, que es el Camino de la Plata. Éste sigue la antigua Vía de la Plata, la calzada romana de unos 1.000 kilómetros que unía (y une) Sevilla con Astorga (León), y por la que los peregrinos pueden recorrer también una parte importante de la historia de España, desde la colonización romana a la invasión árabe.
Qué es la Vía de la Plata
Esta ruta milenaria, en realidad, empezaba originalmente en Mérida, y servía para conectar dos ciudades muy importantes en la Hispania romana: Augusta Emerita (la actual Mérida) y Asturica Augusta (Astorga). Aunque era una vía comercial (y para facilitar el traslado de las legiones desde el sur al norte de la península), su nombre no proviene del transporte de plata, o del comercio de ningún metal precioso, sino que es una derivación de su denominación árabe, al b'lata, o camino empedrado.
Empezó a ser seguida por los peregrinos que iban a Santiago durante la época de Reconquista, pero fue perdiendo su relevancia comercial a partir del siglo XVIII, cuando comenzó a instaurarse en España el sistema de comunicaciones radial con centro en Madrid. La construcción de la carretera nacional N-630 y, después, de la Autovía Vía de la Plata fueron dándole más importancia ya en el siglo XX, pero con el peligro de que el trazado original de la calzada se pierda.
En 2006, de hecho, se fundó la Asociación de Pueblos de la Vía de la Plata para fomentar la recuperación de la calzada romana y promocionar las regiones que atraviesa. El año pasado, por ejemplo, en Extremadura se apuntaba que unas 4.000 personas recorrían la parte de la ruta que atraviesa esa comunidad autónoma, que lo hacían lejos de los meses de verano (para huir del calor), en primavera y otoño, y se reivindicaban actuaciones para mejorar las infraestructuras y los alojamientos para los peregrinos.
Las etapas más importantes
Hay muchas maneras de recorrer la Vía de la Plata. En moto es una buena opción, aunque no nos sirve si lo que queremos es recorrerla como Camino de Santiago. Ahí, podemos hacerlo caminando o en bicicleta, y hay varias sugerencias de las etapas en las que puede dividirse la travesía. La Asociación de Pueblos de la Vía de la Plata, por ejemplo, propone 18 entre Mérida y Astorga (de Mérida-Aljucén a La Bañeza-Astorga), y en esa ciudad leonesa ya pasamos a recorrer el Camino Francés (la siguiente parada por ahí es Rabanal del Camino).
La Vía atravesia las provincias de Sevilla, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora y León, y aunque en los últimos años han ido abriendo más albergues en los pueblos situados en su recorrido, no hay tantos como en el Camino Francés, por ejemplo. Las etapas rondan, en su mayoría, los 30 kilómetros, algo que hay que tener en cuenta a la hora de planificar el trayecto a pie, y también hay que tener en cuenta que, en Extremadura y Castilla y León, se atraviesan estepas y campos llanos y con poca sombra.
Desde Sevilla, hay varias localidades importantes en el camino: Zafra, Mérida, Cáceres, Béjar, Salamanca, Zamora, Benavente, La Bañeza y, finalmente, Astorga, y se recomienda que, en las etapas que finalicen en pueblos pequeños, se contacte con antelación con los albergues para garantizar que tendremos alojamiento al final del día.
La Vía de la Plata es una ruta más histórica, una ruta que recorre algunos momentos significativos del pasado romano y árabe de la Península Ibérica. Es posible también llegar a Santiago "atajando" por el Camino Mozárabe, que se desvía en Benavente hacia Puebla de Sanabria y Orense, y que arranca inicialmente en Córdoba.
Imagen | Julen Iturbe-Ormaetxe, pululante
En Diario del Viajero | Guía del Camino de Santiago: la Ruta de la Plata