Muchas veces no somos conscientes de las maravillas naturales de nuestro propio país. Vemos paisajes espectaculares en las redes sociales y soñamos con visitarlos algún día, sin saber que en España tenemos muchos que son incluso mejores y que podemos visitar sin necesidad de recorrer tantos kilómetros. Esto es lo que ocurre con el llamado "Cañón del Colorado murciano", un paraje tan hermoso como desconocido.
Ubicado en Yecla, municipio de Murcia, se encuentra el Monte Arabi, una elevación montañosa que alberga una gran riqueza geológica, natural y arqueológica y que se ha convertido en un destino imprescindible para los amantes del senderismo y los tesoros prehistóricos.
Su paisaje repleto de pinos y de encinas y su peculiar estructura pétrea, moldeada por la acción del agua y el viento a lo largo de los siglos, le otorga una belleza espectacular, que se destaca especialmente en días soleados cuando su riqueza geológica brilla en todo su esplendor. Los efectos de la erosión se pueden apreciar en las cuevas, galerías y formas en panal que adornan sus paredes.
La más famosa de estas formaciones es la Cueva de la Horadada, una gran cavidad abierta en la roca con un agujero en el techo. La entrada, orientada hacia el este, tiene una amplia boca frontal de aproximadamente 20 por 20 metros, con una profundidad de unos 32 metros y una altura máxima de alrededor de 35 metros. En el interior, la roca está esculpida en forma de nidos de abeja o alveolos debido a la acción del viento, que proporcionan un hábitat ideal para las aves típicas de la zona.
Un paraje repleto de tesoros prehistóricos
En Monte Arabi se encuentran dos puntos muy importantes del arte rupestre de nuestro país: Cantos de Visera y Cueva del Mediodía, incluidos en la Declaración de Patrimonio de la Humanidad para el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo, por la UNESCO en el año 1998.
Las pinturas que atesoran se sitúan gran en dos abrigos rocosos formados naturalmente. En el primero encontramos cuarenta y tres figuras de estilo naturalista que describen la fauna propia de un momento de transición entre el Paleolítico al Neolítico (VI/V milenio a. C.): caballos, bóvidos, cabras y ciervos como animales predominantes.
El segundo contiene ochenta figuras del mismo estilo, aunque en este caso se trata de toros, caballos, ciervos, cabras y un ave zancuda (Cigüeña o grulla).
Además de estas manifestaciones pictóricas, al pie del monte se encuentran unas 50 insculturas conocidas como cazoletas, grabados rupestres conectados por pequeños canales serpentiformes. Se cree que estas estructuras formaban parte de un sistema de fontanería utilizado para almacenar agua de lluvia para un poblado que se ubicaba en esta zona. La estratégica ubicación del lugar, junto con sus infraestructuras aledañas y los restos arqueológicos, indican que podría haber sido un importante asentamiento de la Edad de Bronce.
Cómo visitar el Monte Arabí y las pinturas rupestres
Para visitar las pinturas rupestres Cantos de Visera del Monte Arabí es necesario contratar los servicios de un guía acompañante oficial. Este servicio solo se oferta a grupos de entre 15 y 25 personas, siendo necesario concertarlos con 48 horas de antelación a través del Museo Arqueológico de Yecla.
Existen dos rutas senderistas habilitadas (PR-MU 91 “Sendero del Monte Arabí” y PR-MU 91.1 “Variante Pocico de la Buitrera”) de dificultad media-baja que se pueden realizar libremente, aunque el acceso a la cumbre está restringido entre el 1 de noviembre y el 31 de julio por ser la época de máxima afección a la avifauna protegida.