No hay semana que no nos sorprenda con una nueva clasificación sobre destinos turísticos, aunque esta parece que es cosa seria. La prestigiosa consultora Resonance, un año más, ha elaborado su lista con las mejores ciudades del mundo, para viajar y vivir, y ha incluido a dos españolas en el top 10.
Su decisión está basada en una metodología propia que evalúa varios criterios. Servicios, entorno, programación cultural, gastronomía y vida nocturna, por un lado. Nivel de diversidad, ingresos y tasa de empleo por el otro. Y, como complemento, las reviews positivas encontradas en los buscadores y portales de referencia.
Con la suma de estas puntuaciones han llegado a una conclusión: Barcelona ocupa la sexta posición del World’s Best Cities 2023, y Madrid le sigue un poco más abajo, en la octava. Veamos cuáles son sus motivos.
Barcelona: buen clima, playas, diversión y menos coches
Lo primero que destacan de la Ciudad Condal en el ranking es su clima perfecto durante casi todo el año, y disfrutable en los cinco kilómetros de playas que se encuentran dentro de sus límites.
La diversión está asegurada en todas sus formas. Podemos tomar el sol, bañarnos en el mar, pasear por alguno de sus parques emblemáticos o admirar diferentes muestras de arquitectura fascinante. También nos invitan a dejarnos llevar por el ritmo artístico, sofisticado y bohemio que tienen sus coloridos barrios.
Con todas estas bondades no les extraña que Barcelona recibiera, antes de la crisis del covid-19, 12 millones de turistas anuales. Una cifra que, como vimos con el Park Güell, da lugar a molestas aglomeraciones.
Ada Colau respondió al problema de la masificación aplicando a los alquileres vacacionales restricciones muy duras, hay sanciones de hasta 60.000 € para algunos propietarios, pero señalan que fue la pandemia la que desinfló esta cifra de forma notable (la realidad es que hubo 9,7 millones de visitantes en 2022).
Un aspecto que valoran como muy positivo es la existencia de 240 km de carril bici en Barcelona, a los que se sumarán 33 km en 2023. Junto con una política de limitaciones al tráfico, que sustituye aparcamientos y calzadas por parques infantiles y zonas peatonales con asientos públicos. Un buen ejemplo es el paseo Sant Joan, nombrado la segunda mejor calle del mundo por la revista Time Out.
La facilidad de llegar a todas partes, sin necesidad de coche, la remodelación de La Rambla y la reapertura del Teatre Principal en 2024, se suman a las virtudes que hacen tan atractiva la ciudad.
Madrid: una ciudad que renace enfocada en la gente
La rápida recuperación de la pandemia es lo que más ha impresionado a Resonance sobre la capital, así como su capacidad de reactivar su legado arquitectónico y cultural.
Hay 20 hoteles de lujo inaugurados hace poco, o próximos a abrir, comprometidos con la reutilización de construcciones emblemáticas, como The Madrid Edition, que se encuentra ubicado en el antiguo edificio Monte de Piedad de Madrid o el nuevo hotel boutique del edificio Metrópolis. Y las inversiones avanzan, como demuestran los 50 restaurantes abiertos en 2022.
En este caso no mencionan a José Luis Martínez -Almeida, como sí hacen con Ada Colau, pero comentan que los líderes de la ciudad de Madrid están apostando por una reinvención centrada en la ciudadanía.
Los espacios al aire libre son más necesarios que nunca, y la incorporación del Paseo del Prado y el Buen Retiro como Patrimonio Mundial de la Unesco en 2021, avanza en este sentido. Al igual que el proyecto de transformar, poco a poco, la Gran Vía en un lugar mucho más cómodo para los peatones. Cómo no, también señalan la combinación de estos espacios tan agradables para caminar, con la impresionante oferta de museos como el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza o el Centro de Arte Reina Sofía.
Otra medida importante, y bonita, es la implantación de una red forestal urbana de 47 kilómetros. Con casi medio millón de árboles nuevos, conectará las masas forestales actuales, y mejorará los sitios abandonados entre carreteras y edificios. La finalidad de este muro verde es ayudar a reducir la contaminación y mitigar el calor, absorbiendo 175.000 toneladas de dióxido de carbono al año.
Madrid se ha vuelto más segura, la sitúan en el número 23 a nivel mundial, y está inmersa en la iniciativa de remodelación urbana más grande de Europa, para convertir terrenos ferroviarios y zonas industriales en desuso, en vivienda social, y parques de nuevas oficinas. Un paso que lo califican como muy útil, de cara a reducir la desigualdad de ingresos, aunque aquí lleva acumuladas varias polémicas.
Las razones, tanto para elegir Barcelona como Madrid, están muy centradas en la calidad de vida, y tiene su lógica. Las ciudades más amables con sus habitantes, también lo son con los visitantes ocasionales. ¿Qué pasa cuando estos aumentan cada vez más? Es un factor que no han tenido en cuenta.
Yo no podría elegir cuál me gusta más para viajar, no me parecen comparables, pero he vivido en Barcelona los primeros 23 años de mi vida, y en Madrid un año, y lo que sí tengo claro es que no repetiría experiencia con ninguna de las dos.
Prefiero evitar las grandes urbes como residencia habitual y, cada vez más, como opción para hacer turismo. ¡Ojalá pudiera verlas con el mismo optimismo que los expertos consultores del World’s Best Cities! Quién sabe, quizá en un futuro, si de verdad siguen mejorando tanto como dicen.
Portada | Richard Hewat - Unsplash