Como bien comentan nuestros compañeros de Locura Viajes uno de las actividades que más llenan al viajero es salirse de los circuitos típicos e irse a la aventura por un país desconocido. Creo que lo más fascinante del viaje no es lo que vamos a esperar de él sino lo que nos va a sorprender el mismo.
Quien le dé un vistazo a los principales folletos de un país, ya sea Rumania o cualquier otro, llegará a la conclusión que son apenas una docena los puntos más famosos y el producto que el mismo país escoge para ser exportado turísticamente.
A veces, merece la pena escapar de la ruta señalada, a tenor de perder joyas que aunque muy atestadas son imprescindibles.
En Locura Viajes nos hablan de una región rumana que desconozco. Por supuesto, no es la atestada casita del conde Drácula; se llama el País de los Motis. Tal y como describen y comparten el lugar, pienso guardármelo en la memoria para mi próxima visita al país que, conectado con Clickair o SkyEurope directamente desde Barcelona y a precios asequibles, ya no hay excusa.
El país de los Motis se trata de un lugar incluso medio desconocido por los propios rumanos. De difícil acceso, se trata de una zona rural entre montañas donde uno viaja en el tiempo 30 o 40 años atrás, en esa época en que cada humano tenía un oficio y los niños jugaban sobre tierra. Hay una buena red de hostales donde dormir y existe transporte local para desplazarse entre pueblo y pueblo junto a los locales.
Es una región realmente interesante para amantes del senderismo con multitud de senderos que se internan por las montañas y van pasando entre iglesias y pueblos con encanto especial.
Los Motis eran descendientes de los Dacios y habitantes originales de esta zona. Todavía usan el estilo de casas donde se vivía antes sin electricidad. Es como volver a la Edad Media. ¿A alguien le seduce? ¡Yo ya estoy mirando vuelos!
Vía | Locura Viajes