Tatuajes viajeros: gente que lleva su pasión dibujada en la piel
El culto al cuerpo puede realizarse de muchas maneras diferentes y el amor por viajar puede unirse a ese culto. Los que aman conocer mundo no pueden quedarse quietos y necesitan tener esas ganas siempre presentes, una manera es grabándoselo en su cuerpo, por eso hoy nos permitimos traeros algo diferente, una serie de tatuajes viajeros, recuerdos indelebles en gente que lleva su pasión dibujada en la piel.
De muchas maneras y colores, más o menos discretos, un lugar, un monumento o simplemente un objeto que te recuerda a un viaje o que es imprescindible a la hora de perderte por el mundo. Cuerpos decorados con lugares y cosas, números y direcciones.
La sutil coordenada que te indica a dónde ir
Todas esas coordenadas nos llevan hacia un mismo lugar que de una u otra manera ha marcado la vida de los que han decidido llevarlas grabadas en su piel para siempre: Oxford. Quizás un estudiante, quizás un visitante que encontró un amor o simplemente el amor es esa ciudad que te atrapa y ya no te deja.
Llevar el mundo entero en la piel
No soy una persona a la que le gusten los tatuajes. No llevo ninguno, pero el que encabeza el post, este que está aquí, es una auténtica preciosidad, un cuadro en la piel lleno de color y vida. El mundo entero para disfrutar.
Más sencillo, en blanco y negro y en el mismo lugar, un brazo que lleva un mundo entero tatuado, con un avión de papel que busca moverse por todo ese mundo de posibilidades.
Están los que se tatúan ciudades y monumentos
Londres en tu piel para toda la vida. La capital británica en tres iconos: el London Eye, el Tower Bridge y el Big Ben.
El puente de Brooklyn y todo el skyline de Nueva York en un tatuaje que es más una postal en tres actos, como un cuadro hecho de tres imágenes separadas pero unidas para decorar.
Es cierto que si no nos dicen en la foto qué es nos costaría mucho reconocer a las Due Torri de Bologna, pero ese dibujo en medio de una espalda es toda una obra de arte. Parece un esbozo hecho en un diario de viaje en el que quieres plasmar lo que ves en el instante preciso.
O los que optan por la gastronomía
Un viaje es gastronomía, y una paella es un gran recuerdo de una visita a Valencia.
Aviones, maletas, pasaportes... lo que sea para viajar
Los billetes, el globo terráqueo con el que has decidido el destino, la maleta que has llenado con ilusión y el avión que has cogido para llegar a tu destino. Todo vale para recordarte a cada minuto que no puedes vivir sin tener el pasaporte en la mano.
Pequeño, casi infantil, pero lleno de significado. Lo mismo vale para un tripulante de cabina de pasajeros que para un aerotrastornado. Un avión dibujado de la manera más sencilla.
Del sencillo al elaborado. Del avión realizado por un niño al que tiene todo tipo de detalles, en el que casi se atisban los emocionados pasajeros en su interior con sus historias y sus destinos finales.
Y por supuesto la brújula que marca el destino, la rosa de los vientos con los cuatro puntos cardinales y los cuatro rumbos laterales. Siempre sabiendo hacia donde ir.
Imagen portada | Instagram luiza.blackbird
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