El odio al turista empieza a extenderse: siete lugares donde no son del todo bienvenidos
Seguimos a vueltas con el rechazo que empiezan a provocar las llegadas de masas a lugares, a lo loco y que no aportan nada a la ciudad. La eterna disyuntiva entre turismo sí porque aporta ganancia y turismo no porque desvirtúa la vida normal de una ciudad que se convierte en una especie de parque temático perdiendo su esencia. Y en estas luchas estamos mientras el odio al turista empieza a extenderse y ya hay al menos siete lugares donde no son del todo bienvenidos.
Es lo que decimos, durante mucho tiempo se potenció su llegada, se facilitaron las cosas y se hizo publicidad para vender el producto, por lo menos en muchos de los casos, y llegado este momento, se está muriendo de éxito porque se deja de ser uno mismo para ser lo que el turista de masas quiere.
Barcelona
Todo esto no es que nos lo estemos inventando, sino que la semana pasada The Independent metía el dedo en la llaga con las ciudades donde casi se cuelga el cartel de "Tourists go home". Empezamos al lado de casa, en Barcelona, donde el exceso de turismo, y sobre todo la manera de comportarse de ciertos individuos se está volviendo un problema. Desde la llegada de Ada Colau al consistorio de la Ciudad Condal se está intentando poner freno a ese turismo descontrolado y no se conceden nuevas licencias de hoteles, además de ponerle precio a las cabezas de AirBnb con multas de hasta 30.000€, y esa nueva tasa turística en proyecto.
Amsterdam
De los problemas de Amsterdam con el turismo ya hemos hablado también en alguna ocasión: se está convirtiendo en imposible vivir en el centro de la ciudad porque los apartamentos se dedican a los turistas. Las autoridades quieren atraer turismo (reducido) de calidad que se interese por el arte y la ciudad en sí y no por las juergas baratas y también le echan la culpa a las aerolíneas de bajo coste. Ay, lo que ha internacionalizado las despedidas de soltero/a Ryanair.
Santorini
Imaginad que sois unos griegos mayores que lleváis tranquilos en vuestra islita un montón de décadas y de repente, año tras año os invaden en los meses de verano algo así como 10.000 turistas que se bajan de barcos gigantes al día. Sí, turista arriba, turista abajo todos esos llegan en un día, y aunque este año se está limitando a 8.000€ está claro que Santorini ha pasado a ser una especie de Disneylandia para gente que llega, pasea y se va, sin aportar casi nada. Lamento confesar que mi visita a Santorini fue en un crucero con 3000 pasajeros y que me dio todo el dolor de corazón no poder visitarlo tranquila y entender mejor sus vidas y su manera de ser.
Cinque Terre
Cinco pueblos costeros italianos con la etiqueta de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, Cinque Terre también van en camino a morir de éxito a este paso aunque ya desde el año pasado tienen planes para introducir limitaciones a la llegada de turistas. De nuevo los grandes cruceros y las masivas excursiones hacen que lleguen en temporada alta casi dos millones y medio de visitas. La idea es cortar la entrada en cuanto se llegue a millón y medio, que aún así es una cantidad que asusta.
Onsen en Japón
En este caso no es que sea una ubicación en concreto si no más bien la entrada a unos lugares muy respetados para los japoneses: los onsen y los sento, para que nos entendamos: termas y baños públicos. No es que veten a los turistas en sí pero sí a aquellos que lleven tatuajes y ya sabemos que últimamente en las culturas occidentales eso es algo que se nos está yendo de las manos, mientras que en Japón no están bien vistos, puesto que para ellos están unidos con las mafias Yakuza. Así que si tienes tatuajes grandes y visibles ten por seguro que no entrarás.
Venecia
Lo de Venecia tampoco es nuevo; los megacruceros dañan más que allá que sus "descargas" de turistas, y la entrada por el Gran Canal y sus movimientos de agua están resultando problemáticos para una ciudad que amenaza con hundirse poco a poco. Pocos venecianos de verdad quedan ya en el centro con casi todos los pisos dedicados al alquiler, las tiendas atienden antes al turista con poco tiempo que al vecino que hace sus comandas y los locales se dedican al "timo" de turistas (se tienen que aprovechar por lo menos). Leyes y normas intentan modificar todo esto, y ya están prohibiendo los locales de comida rápida y no tradicional.
Bhutan
Terminamos con un caso en el que no es que sea odio al turismo masivo sino que lo que hay es un control antes de que se desmadre. Bhutan no admitía extranjeros hasta 1974 y no empezó a despegar como destino turístico hasta 1991, y ya de manera muy muy controlada: el que quiera ir tendrá que hacerlo por medio de alguna de las agencias autorizadas y pagar algo así como 220€ diarios en visados y tasas y deberás siempre ir acompañado de un guía autorizado.
Imágenes | Dimitris Kamaras, haschelsax, faungg's photo, Trans World productions, quiquefepe, u don, Göran Höglund (Kartläsarn)
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