Pero claro que el Vedado guarda en su seno una de las postales típicas del La Habana. El sitio que todo turista busca en la capital: la famosa Plaza de la Revolución.
Si uno busca encontrar una plaza donde haya verde, lugar donde sentarse y fuentes de agua se equivoca y mucho. Es que el aspecto de esta plaza es gris y frío. Concreto por los cuatro costados, guardias militares y el rostro del Che Guevara observando todo desde lo alto.
Edificios como grandes bloques son los que forman parte de este sector de la ciudad que es el centro gubernamental. Allí funcionan ministerios y despachos estatales.
La plaza, además, es el centro de las manifestaciones políticas cubanas. Allí donde el pueblo se reúne y donde Fidel Castro pronunciaba sus eternos discursos.
Pero claro que, sin lugar a dudas, es la imagen del revolucionario argentino-cubano Ernesto “Che” Guevara el que atrae a los turistas a este lugar, dado que en una de las paredes del Ministerio del Interior se alza el gigante mural con su rostro fabricado en vidrio fundido negro.
Es por ello que es muy común ver gran cantidad de turistas tomando fotos de la obra pero, si se puede, conviene esperar a la noche para que el espectáculo tome un giro. Claro, dado que es cuando baja el sol que una serie de luces ubicadas allí iluminan la imagen del Che dándole una apariencia espectral única. Un espectáculo recomendable.
En tanto, allí enfrente también se puede apreciar el Monumento a José Martí. Un monumento monolítico impactante que puede visitarse por dentro. Además, pagando aparte puede subirse para disfrutar así de una vista impactante de la ciudad.
Y detrás de él… el Palacio de la Revolución. Es allí donde los ministros más importantes e incluso el presidente tienen sus oficinas. Un sitio al que no puede acercarse nadie ni tampoco pueden tomarse fotografías.
En Diario del Viajero | Cuba Fotos | María Sol Rizzo