Hacer la valija, dejar atrás los momentos vividos durante el viaje y emprender el regreso a casa, a veces puede convertirse en un momento crítico, cargado de angustia y desazón para quien lo vive.
Si bien hasta hoy se creía que este malestar típico de la vuelta a las actividades podía encuadrarse en una simple melancolía, hoy los especialistas aseguran que por la cantidad de personas a las que afecta y el cuadro sintomático bajo el que se presenta, esta patología denominada Estrés pos-viaje o Estrés pos-vacacional debe ser tenida en cuenta por los profesionales de la salud como un síndrome de readaptación, que en algunos casos requiere de algún tipo de apoyo clínico.
Según se comprobó, este cambio en la conducta se produce por que a la mente le cuesta volver a las preocupaciones cotidianas y al trabajo después de un período de descanso y es por eso que surgen los cuadros de depresión, angustia, mal humor, irritación, ansiedad y cansancio. Los investigadores aseguran que no es más que un trastorno adaptativo natural sufrido por miles de viajantes y que suele manifestarse desde el momento de armar la valija de regreso y hasta que la rutina laboral y doméstica vuelve a ganar los días.
Un dato a tener en cuenta es que no cualquiera pude sufrir los efectos de este bajón anímico, sino que son más propensas aquellas personas jóvenes con mucha exigencia laboral que, durante las vacaciones, viven una ruptura brusca en su ritmo de vida. Por eso, recomiendan no preocuparse. En condiciones normales, los síntomas desaparecerán a los pocos días de retomar la actividad. En ese marco, aconsejan respetar un tiempo adecuado de readaptación a las obligaciones diarias y evitar lanzarse de cabeza en la rutina laboral.
La diferencia es clave. Mientras los médicos aseguran que un cuadro de malestar que dure unos pocos días después de volver de las vacaciones no es preocupante, se aconseja pedir ayuda profesional si la depresión, el estrés y el cansancio se extienden por más tiempo del estipulado como período lógico de adaptación (que oscila generalmente entre 48 y 96 horas).
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