Cuando salimos a comer fuera de casa lo más importante es dar con un lugar en el que la comida esté rica, pero no es lo único. A veces el entorno es tan importante como lo que nos ponen en el plato, y por eso muchos empresarios se afanan por crear propuestas interesantes alrededor de las mesas de sus futuros comensales. Un lugar exótico, un ambiente exclusivo o la originalidad con menos sentido del buen gusto son algunas de las opciones para montar un restaurante raro, pero llamativo al fin y al cabo.
Restaurante en la oscuridad
La propuesta de Dans Le Noir, en Barcelona, consiste en que cenemos a oscuras. A través de sus platos y catas de vinos, intentarán que redescubramos nuestro sentido del gusto desasociándolo del poderoso sentido de la vista. ¿Nunca os ha pasado eso de que algo os entra por el ojo y luego no estaba tan rico? Pues, aquí se la juegan todo al sabor. Bueno, al sabor, al olor y también a las texturas.
La ausencia de visión nos insta a agudizar el resto de sentidos y a sumergirnos en una experiencia sensorial diferente, además de una velada muy curiosa. Los camareros son guías invidentes para los visitantes, por lo que la experiencia también intenta concienciar sobre esta discapacidad. ¡No lleves aquí a tu cita si es un pulpo!
Restaurantes submarinos
En la isla Rangali, en las Maldivas, encontramos el restaurante Ithaa como parte del complejo Resort & Spa de la cadena Hilton, considerado en 2004 como el mejor hotel de todo el Océano Índico. La pecularidad del Ithaa es que se trata de un restaurante submarino, a cinco metros bajo el nivel del agua.
A través de una pasarela entramos hasta este fascinante lugar con los techos de cristal por los que podemos contemplar las aguas del Índico. Sólo 14 comensales pueden disfrutar de esta experiencia de manera simultánea en la que se ofrece una panorámica marina de 270 grados de colares y especies acuáticas. Si os pilla más a mano, en el Mar Muerte encontraréis el también restaurante submarino Red Sea Star.
Sentados en la taza (sí, del váter)
La búsqueda de la originalidad es una forma de los restaurantes para conseguir ser conocidos… aunque algunos se pasan de originales. Podría ser ese el caso del restaurante The Modern Toilet en Taiwán. Aquí la decoración está diseñada en torno al inodoro y todo lo que le rodea. Así, nos sentaremos en una taza de váter en lugar de una silla y los platos que nos servirán también tendrán forma de retrete, en un entorno de paredes de gresite imitando un baño. Pero eso no es lo peor, es que algunas salsas o postres se presentan con forma de excrementos. Curioso pero de muy mal gusto.
Platos con sabor a volcán
Si vamos a Tenerife Lanzarote podremos comer diferentes platos típicos canarios en el restaurante El Diablo, dentro del territorio del Parque Nacional de Timanfaya. ¿Su peculiaridad? Se usa para cocinar el calor que emana la propia tierra del volcán Timanfaya. Además, desde este edificio circular y con grandes cristaleras tenemos unas estupendas vistas de los campos de lava del volcán.
¿Os animaríais a ir a estos restaurantes?
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